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Venta masiva de tierras en El Catatumbo, Magdalena Medio, bajo Cauca y Urabá
5,5 millones de hectáreas han sido robadas al campesinado durante los últimos 11 años, equivalente al 10, 8 % de la superficie agropecuaria del país
Ángel Romero / Lunes 8 de junio de 2009
 

Una venta masiva de tierras se está presentando en El Catatumbo, en el Magdalena Medio, en el Bajo Cauca y en el Urabá Antioqueño, regiones golpeadas antes por la violencia paramilitar y ahora por las llamadas bandas emergentes que surgieron tras la desmovilización de las Auc, denunció la Comisión de Seguimiento a las Políticas Públicas sobre el Desplazamiento Forzado.

Según un informe de la Comisión, esas regiones son las zonas del país que registran mayor abandono y despojo de tierras.

“Los municipios que mayor número de solicitudes de protección han presentado en la región Andina son Turbo (Antioquia), con 677 peticiones, y Tibú (Norte de Santander), con 485. Actualmente, en estas dos zonas hay alerta tanto por la venta masiva de predios como por las amenazas recibidas por los líderes de la recuperación de tierras, que se han concretado en homicidios, como el de Benigno Gil, desplazado de Mutatá, antioquia, e integrante de la Mesa Naciomnal Campesina de Recuperación de Tierras”, señala el informe.

También consigna que en “el Urabá antioqueño y en Tibú, se han multiplicado las solicitudes de enajenación o permisos para la venta de tierras protegidas”.

“Estamos estudiando estos fenómenos ya que podría tratarse del aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad de la población desplazada y de su difícil situación económica, por lo que podría verse forzada a vender su predio a bajo costo”, dijo Ricardo Sabogal, del Proyecto de Protección de Tierras y Patrimonio.

Impacto económico

Según un estudio de los investigadores Luis Jorge Garay Salamanca, Fernando Barberi Gómez y Gladys Celeida Prada, parte del cual se inclueye en la última edición de Hechos del Callejón, publicación oficial del Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD), los resultados más relevantes presentados por la Comisión de Seguimiento se refieren a la cuantía y el valor de las tierras, los cultivos, los animales y los bienes que poseían las víctimas antes de producirse el desplazamiento, así como las actividades económicas que desarrollaban.

“Las cifras obtenidas muestran con claridad un despojo o abandono masivo de tierras y animales. En efecto, el 55 por ciento de los grupos familiares tenía tierra, de los cuales a un 94 por ciento se les despojó o tuvieron que abandonar la propiedad, y el 78, 9 por ciento animales, con el agravante de que un 92, 4 por ciento los perdió – ya sea que se concibieron como activos o como capital de trrabajo”, señalaron los investigadores en su informe.

Luego agregaron que el total de hectáreas usurpadas o forzadas a dejar en abandono, con base en la II Encuesta Nacional de Verificación hecha por la Comisión de Seguimiento durante julio y agosto de 2008, sería del orden de 5,5 millones durante los últimos 11 años, equivalente al 10, 8 por ciento de la superficie agropecuaria del país. Esta superficie fue calculada para el año 2006 en 51.169.651 hectáreas.

Ello sin incluir el despojo de tierras colectivas de comunidades afrocolombianas e indígenas, ni de propiedades mayores a100 hectáreas de extensión. En cuanto al uso del suelo, se resalta que el área total que se ha dejado de cultivar ocmo consecuencia del desplazamiento forzado en los últimos 11 años ascendería a 1.118.401 hectáreas, cerca de un 25 por ciento del área cultivada del país, con un promedio de 101.673 hectáreas cultivadas despojadas o forzadas a dejar en abandono por año. Adicionalmente, las actividades relacionadas con la agricultura, la ganadería o la extracción de recursos naturales constituían parte fundamental y casi exclusiva del sostenimiento de los grupos familiares.