Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra
:: Magdalena Medio, Colombia ::
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

El movimiento campesino conserva la biodiversidad
Caracterización biológica en la Zona de Reserva Campesina del Valle del Río Cimitarra.
 

El pasado 17 de junio finalizó la primera fase de una nueva caracterización biológica en la Zona de Reserva Campesina del Valle del Río Cimitarra (ZRC-VRC), conformada por un equipo de biólogos, egresados y estudiantes de la Universidad Industrial de Santander (UIS) y la colaboración de la comunidad de Puerto Matilde y de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra – Red Agroecológica Nacional (ACVC-RAN), quienes se encargaban de hacer de guías en las incursiones en la selva y de la logística. Dicha caracterización forma parte del proyecto: “Inventario de la diversidad biológica en una región del sur de Bolívar, Colombia” del Programa Bio-Reto XXI 15:50, para documentar la biodiversidad de la flora y la fauna de la región [1]. La ZRC-VRC, a parte de promover el acceso y a una más equitativa distribución de la tierra para el campesinado, promoviendo una economía campesina, también tiene como objetivo la protección de los recursos ambientales. Por eso la Asociación Campesina del Río Cimitarra, promotora de la ZRC-VRC, participa en tan importante actividad para seguir promoviendo el conocimiento en la comunidad de la riqueza biológica del bosque preservado y concienciar en la conservación de las especies.

Como International Action for Peace (IAP), acompañamos a la ACVC-RAN y a los diferentes equipos de biólogos en sus jornadas de trabajo en la zona, territorio que ha vivido el conflicto armado, la violencia, donde todavía permanecen actores armados, pero tambien donde se apuesta a la construcción de una Paz territorial. Así lo conmemora el Bosque de Paz situado en el Parque Central de Puerto Matilde, formado por árboles de diferentes especies y cada uno con una placa grabada con los nombres de las campesinas y campesinos asesinados o desaparecidos, recordando el horror de la guerra y el ataque al movimiento social de las comunidades [2].

Desde su constitución, la ACVC-RAN ha trabajado para promover una economía campesina impulsando varios proyectos como la Bufalera comunitaria, a pesar de todas las dificultades encontradas como el desplazamiento forzado por las amenazas y asesinatos de líderes sociales o la estigmatización por organizarse y luchar por sus derechos. Hoy en día, los proyectos productivos basados en el cooperativismo se traducen en una forma de construcción de paz, resistencia y permanencia en el territorio, además de proponer una economía alternativa a los cultivos de uso ilícito como la hoja de coca, históricamente único sustento económico en la zona[“Ecobúfalo campesino. Los búfalos que acabaron con la coca en Colombia” 27 de enero de 2019. https://www.publico.es/sociedad/ecobufalo-campesino-bufalos-acabaron-coca-colombia.html]].

El equipo de biólogos de la UIS llevan todo el equipo necesario para trabajar en los siguientes 15 días. Para llegar a Puerto Matilde es necesario cruzar el río Cimitarra en canoa y para trasladar todo el material se hacen varios viajes. Es así como la finca Bufalera, proyecto comunitario situado en una colina a veinte minutos andando desde Puerto Matilde, se convierte en un laboratorio de biología temporal, aunque el trabajo diario en la finca continúa. Por la mañana se ordeñan las búfalas y con esa leche, Lorena de la comunidad, se encarga de elaborar el queso campesino que luego se comercializa en ciudades como Barrancabermeja. Del suero que se extrae de la leche al elaborar el queso, se alimentan los cerdos y de sus desechos, se elabora biocombustible para la cocina de gas, cumpliendo el objetivo de ser una finca autosostenible. Además, cuenta con una potabilizadora de agua que se recoge de la fuente hídrica que nace en el interior de la selva.

Hay cinco equipos, la jornada que empieza más temprano es la del equipo de aves. Sobre las cuatro de la mañana entran en el bosque donde tienen las redes para capturar aves, las abren y esperan para luego recoger las diferentes especies atrapadas, también registran las especies mediante la observación en diferentes puntos de conteo. Aunque regresan a la Bufalera antes del almuerzo, por la tarde es necesario conservar las especies recogidas mediante la taxidermia, para luego estudiarlas con detenimiento y añadirlas a la colección de referencia de la Universidad. El equipo de botánica empieza la jornada con un desayuno copioso merecido, ya que su trabajo consiste en delimitar una zona que sea una muestra representativa de la selva tropical húmeda e identificar toda la flora existente. Incluso deben escalar árboles de más de 15 metros de altura para obtener una muestra de sus hojas. Estos bosques no son como los que conocemos en Europa, los cuales están formados por una especie predominante, sino que pueden ser miles las especies existentes en una misma zona. Por otro lado, una estudiante baja a Puerto Matilde, para entrevistar a la comunidad sobre sus conocimientos en botánica, documentar los remedios naturales que practican para curas con las plantas que el territorio les ofrece.

El equipo de mamíferos les toca madrugar para revisar las trampas con cebo que han colocado estratégicamente para atrapar a los roedores y también trasnochar para atrapar a los murciélagos mediante redes, ya que salen a alimentarse en la noche. Durante la espera bajo el cambuche provisional, cenamos la comida empacada con una hoja de plátano, cuando Sebastián, guia de la comunidad, se da cuenta de que hay una serpiente, de las denominadas talla equis, parada a dos metros observando a un ratón atraído por el olor de nuestra comida. Intentamos ahuyentar a la serpiente y siguen con el trabajo pero mirando bien dónde se pisa.

El último día tenemos la posibilidad de revisar las cámaras trampa que colocaron en la selva. Se activan con el movimiento y captaron imágenes de la danta, en peligro de extinción, jabalíes y la guanta. El equipo de los entomólogos, se centran en recolectar información de las especies de escarabajos, mariposas y moscas que existen en la zona. Para ello instalan trampas en lo alto de los árboles y otras enterradas en el suelo. Cada día deben recoger los insectos capturados y reponer el cebo.

También pudimos acompañar al equipo de los herpetólogos, que salían en la noche en busca de reptiles y anfibios. En este caso no utilizan trampas, solamente unas pinzas metálicas para poder atrapar a las serpientes, linterna y machete, imprescindibles, y ganas de recorrer el monte y los caños en busca de ranas, serpientes y lagartos. Durante el día todos en la finca estábamos expectantes para ver qué habían atrapado la noche anterior. Pudimos ver las ranas cristal, nombre común ya que se le transparentan los órganos internos, anfibios que viven en ecosistemas no contaminados, ya que son muy sensibles. También vimos la serpiente coral, altamente venenosa pero nada agresiva, y la talla equis o mapaná.

Al terminar la jornada todos los equipos siguen trabajando identificando las especies recogidas pero también hay lugar para intercambiar las anécdotas vividas durante el día mientras se toma limonada o tinto. Los guías comunitarios comparten con todos, sus experiencias vividas en la región, al ser un corredor del jaguar, sobran las anécdotas donde el felino se ha dejado ver.

La importancia de esta caracterización reside en la necesidad de documentar la riqueza biológica del territorio y seguir dándole la protección que durante años han ejercido las comunidades. Incluso podría representar un primer paso para plantear que la zona entrara en el sistema nacional de áreas protegidas, para conservar los ecosistemas y para la supervivencia de las especies que viven en el territorio y que están en peligro de extinción, como el jaguar, la Danta o el mono titi, evitando la entrada de los grandes capitales que quieren explotar los recursos naturales como el oro, el petróleo o la madera.

Está prevista una segunda fase de la caracterización biológica a mediados de julio, con la idea de profundizar o detallar mucho más lo caracterizado hasta el momento. Colombia es mucho más que cultivos ilícitos y conflicto armado, es uno de los países con mayor biodiversidad del mundo, ocupando el segundo puesto según el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, aun cuando muchos de sus bosques no han sido estudiados.

[1“Inicia nueva caracterización biológica en la Zona de Reserva Campesina del Valle del río Cimitarra” Prensa Rural, 6 de junio de 2019. https://prensarural.org/spip/spip.php?article24411

[2“Los muertos del paramilitarismo viven en un bosque del Magdalena Medio” Las 2 orillas, 20 de abril de 2019. https://www.las2orillas.co/los-muertos-del-paramilitarismo-viven-en-un-bosque-en-el-magdalena-medio/#