Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Opinión
La altura política de las FARC
Nuestros camaradas claramente reconocen la importancia de un ejército patriota que juegue un papel trascendental en la construcción de la paz. Esto no implica ser condescendientes con los crímenes y abusos que se cometen en las regiones por parte de miembros de las Fuerzas Armadas
José Maykol Quintero Arias / Miércoles 17 de julio de 2019
 
Liberación de 350 uniformados retenidos por la guerrilla de las FARC, en junio de 2001 durante los diálogos del Caguán.

Nosotros como pueblo colombiano que ha sufrido la guerra que impuso el Estado buscamos insistentemente la salida política y negociada al conflicto armado en nuestro país, ya que comprendimos desde el principio que es el pueblo, la gente del común quien sufre las consecuencias de la guerra. Eso ha sido una constante en la historia de vida de la FARC.

Hoy que logramos llegar a un acuerdo con el Estado colombiano para finalizar el conflicto armado continuamos nuestra lucha por las transformaciones profundas que urgen a la sociedad colombiana y coincidimos en que una de ellas es la reconciliación.

Mucho daño hizo y continúa haciendo la doctrina de Seguridad Nacional y su expresión del enemigo interno que impulsaron las fuerzas militares y los gobiernos para combatir a las guerrillas y todo tipo de inconformidad social organizada.

Esta estrategia justificó masacres, violaciones a los derechos humanos, asesinatos selectivos, desplazamiento y un sinfín de abusos de los gobiernos a lo largo y ancho del país para “acabar a las FARC”, todos los problemas de Colombia eran las FARC, todo se presentó a la opinión pública en blanco y negro, en amigo – enemigo, fueron esos estrategas los responsables de la polarización que vive hoy el país. Nosotros no hemos sido, ni podemos ser así, nuestros principios son otros.

El comandante Manuel Marulanda siempre insistió a la guerrillerada en el honor militar y el respeto hacia el adversario, el comandante Jorge Briceño fue otro ejemplo de respeto al honor militar, por eso hoy nuestros camaradas claramente reconocen la importancia de un ejército patriota que juegue un papel trascendental en la construcción de la paz. Esto no implica ser condescendientes con los crímenes y abusos que se cometen en las regiones por parte de miembros de las Fuerzas Armadas, (estos han sido denunciados en las instancias correspondientes incluyendo a la comunidad internacional veedora del acuerdo), pero esto tampoco significa que debamos dejar el espacio libre para que el fascismo siga avanzando y coopte instituciones fundamentales para la democracia como son las Fuerzas Armadas. El proyecto político de la Nueva Colombia también se construye con las fuerzas militares.

Por estos motivos insistiremos en la reconciliación nacional como una bandera que nos identifica, superar la guerra es también superar los odios y las prevenciones, es reconocer en el otro todo su potencial y saber encauzarlo en la construcción de un nuevo proyecto de país en donde quepamos todos y todas.

Por estos motivos llamamos a todos y todas las colombianas a insistir en el camino del dialogo y del reconocimiento de la diversidad política como riqueza fundamental para la Nueva Colombia.

Somos una fuerza de Paz, somos FARC.