Apuntes para una valoración del 7 de agosto de 1819
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/ Jueves 1ro de agosto de 2019
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La efemérides más importante en la lucha por la independencia de Colombia, ha sido enseñada hasta ahora como un evento que parte en dos la historia del país, pero además, como un hecho aislado del contexto de la vida de la América de ese tiempo y, aún más, del resto de la Colombia naciente. Si bien son inocultables sus consecuencias para la vida de las colonias españolas en el continente, se olvidan las condiciones que marcaban su existencia y que hicieron posible la gesta independentista.
Resistencia indígena y lucha de los negros por la libertad
Algunos de los condicionantes históricos que determinan la importancia del 7 de agosto y que generalmente se asumen desligados de su análisis, son los importantes levantamientos indígenas y la continuidad de la resistencia de estos a la agresión que marca la conquista, y que continuaron de manera persistente durante el periodo de la colonia.
Igualmente son elementos que contribuyeron a construir las condiciones para la campaña independentista, los levantamientos de los esclavos negros en la lucha por recobrar la libertad, que consolidaron la presencia en suelo americano de los palenques, espacios territoriales en los cuales la corona española no ejercía dominio.
Si en nuestro país es muy importante la presencia del palenque de San Basilio, no puede ser ignorada la importancia que, para el éxito de la lucha por la independencia, tuvo la triunfante independencia de Haití y el papel solidario que encabezó el presidente Petion, su aporte con pertrechos, barcos, dinero y hombres que, acompañando a Bolívar, vinieron al continente y dieron su vida por la causa de la libertad de los esclavos y la independencia de estos territorios.
Los criollos se integran a la lucha
Particular importancia para el surgimiento de las condiciones que hicieron posible el triunfo de la causa patriota tiene el movimiento Comunero, que surgió en diferentes puntos de las colonias hispanas en América, pero cuya expresión más conocida para nosotros se presenta en la región del Socorro, y que dejó conformadas muchas guerrillas que se enfrentaban a las fuerzas españolas, en cuyo seno se conformó la base del ejército patriota; estas fuerzas que durante años resistieron al ejército realista en rechazo a la traición de que fueron objeto Galán y los demás movimientos comuneros que hubo en el virreinato por aquella época, son olímpicamente desconocidas en las versiones oficiales de la historiografía, cuya descripción del proceso se basa en la acción individual de un puñado de héroes.
Pero no es sólo el rechazo popular a las imposiciones de la corona y la traición al movimiento comunero la causa de la lucha de resistencia, la aristocracia criolla también se hace consiente de las limitaciones de sus derechos por las normas que impone una nobleza realista parásita, que impide el desarrollo de procesos de transformación de materias primas en suelo americano y el desarrollo del libre comercio en una etapa en la cual Europa vivía un mercantilismo desarrollado, y en la que se sentían los albores del modo de producción capitalista
El movimiento de la Ilustración y las revoluciones burguesas que sacudían Europa de fines del siglo XVIII, particularmente la francesa cuya Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano formaron parte del alimento intelectual de la lucha independentista, fueron parte de los condicionantes históricos que determinaron las luchas de los pueblos americanos desde los albores del siglo XIX, y constituyen un elemento a considerar para una valoración histórica de los sucesos de 1819 en territorio Neo Granadino.
El movimiento independentista americano del cual la batalla del 7 de agosto representa uno de los golpes más contundentes a la columna vertebral de la institución colonial, cambió el mapa del mundo y significó un cambio radical en las relaciones sociales de producción de su época, hecho que la visión histórica contemplativa trata de ocultar.
La campaña admirable
Los sucesos de finales de la segunda década del siglo XVIII, son la continuidad puntual de los gritos de independencia de 1809, 1810 y 1811 en varios puntos del continente, que son expresión de la cualificación de movimientos que inician su lucha reclamando unos derechos y se cualifican hasta entender que estos sólo serán alcanzados si se destruye el sistema colonial. Por ello, un antecedente histórico de la Batalla de Boyacá es este movimiento, entre cuyos hechos tiene importancia particular la Campaña Admirable que pone en evidencia la real posibilidad que tienen las fuerzas patriotas de alcanzar la victoria definitiva sobre las tropas realistas y alcanzar el poder político para los independentistas americanos.
Esta Campaña mostró al mundo el genio militar de Simón Bolívar que con justicia le hizo merecedor del título de Libertador e hizo conscientes a los pueblos americanos de su real capacidad para derrotar a ejércitos mejor dotados y con más tradición militar en la historia. A pesar de las vicisitudes posteriores a la triunfal campaña de los ejércitos al mando de Bolívar desde Cartagena hasta Caracas, ésta permitió que las ideas de la independencia americana echaran raíces sólidas en el corazón de nuestros pueblos, que alcanzaron a acariciar momentos de independencia con la llegada a Caracas de Bolívar y la instalación de un gobierno distinto al de la corona española.
Momentos posteriores al 7 de agosto de 1819
Reconocer la importancia del triunfo en Boyacá, no puede llevarnos a desvirtuar la historia de la lucha por la misma causa que se libró en otros momentos y otras regiones de nuestro país; así mismo, la figura de los grandes conductores de la gesta no puede conducir a negar el papel que, antes de que estos surgieran en el panorama de la lucha, amplias masas de compatriotas venían realizando y que formaron parte del proceso que construyó las condiciones para estos triunfos.
Igualmente, no podemos caer en la ilusión que nos conduce a creer que Boyacá fue el momento culminante de la lucha. Es cierto que esta batalla constituye el hito más importante que quebró la moral de lucha de las tropas realistas y de sus políticos, quienes iniciaron su huida de estos territorios, pero aun grandes extensiones del territorio que constituía, según el Congreso de Angostura, la República de Colombia, quedaban bajo la férula española.
Los combates por la independencia continuaron, en unos casos con victoria y en otros con derrotas para las fuerzas patriotas. Aun en territorio Neo Granadino pasarían unos años de lucha contra las fuerzas realistas, tal como nos describe la situación uno de sus protagonistas, el coronel del ejército patriota y edecán de Bolívar, el irlandés Daniel Florencio O’Leary quien en sus memorias cuenta:
“El resultado de los sucesos políticos y militares de 1820 fue de alta trascendencia y provecho para la Republica (…) Cundinamarca se aumentó con la conquista de Santa Marta, fruto de la victoria del coronel Carreño en la Ciénaga y con Riohacha que espontáneamente abandonó la causa realista; y por el lado del sur con Popayán, evacuada por Calzada a consecuencia de la derrota de Pitayó.” [1]
Como ven, hablamos de batallas un año después del triunfo en Boyacá, evidenciando que el bicentenario no lo podemos reducir a la efemérides de la batalla del 7 de agosto de 1819.
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Semanario VOZ
[1] O´leary, Daniel Florencio. Memorias. Ed. Ministerio de Educación Nacional de Colombia, Tomo IV, 1952.