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Sin participación no hay delimitación
El campesinado del complejo de páramos Cruz Verde-Sumapaz alza su voz en audiencia pública, para exigir sus derechos ante el Gobierno y legisladores
Natalia Grajales / Domingo 22 de septiembre de 2019
 
Foto tomada por Territorios de Paz (Terrepaz).

El pasado 12 de septiembre, cerca de 200 líderes y lideresas de organizaciones campesinas y comunitarias de los 25 municipios que hacen parte del área de influencia del complejo de páramos Cruz Verde-Sumapaz se dieron cita en el Congreso de la República para realizar la audiencia pública sobre la delimitación de este complejo de páramos y sus derechos como campesinado. Esto con el propósito de alzar su voz ante las autoridades de gobierno y legisladores contra el inconsulto proceso de delimitación que se realizó en 2017 y exigir soluciones que conduzcan a la garantía de sus derechos como campesinado de la alta montaña andina.

Articulados bajo la Coordinadora Regional por la Defensa de los Derechos del Campesinado y el Territorio del Complejo de Páramos Sumapaz y Cruz Verde, un escenario popular de discusión y toma de decisiones conformado en marzo de este año, en Fusagasugá, a partir de la preocupación de las comunidades por los efectos de la imposición de la resolución 1434 de 2017 (delimitación del complejo de páramos), campesinas y campesinos exigieron durante esta audiencia a las entidades realizar nuevamente el proceso de delimitación.

Pero, ahora, de manera participativa con todas las comunidades afectadas, dejando sin efecto las actuaciones administrativas que ya se hubieran generado; se exige cumplir la directiva 007 de 2019 de la Procuraduría General de la Nación para garantizar la protección de los derechos del campesinado sumapaceño y de Cruz Verde; e implementar los Acuerdos de Paz de La Habana. Se pide de manera prioritaria el cumplimiento del Acuerdo sobre Reforma Rural Integral, para que así se adelante una zonificación participativa del territorio y se formalicen diversas figuras de ordenamiento territorial como la Zona de Reserva Campesina de Sumapaz, cuya propuesta se lleva presentando hace casi veinte años a las entidades competentes sin obtenerse respuesta alguna.

Reafirmando su compromiso con la protección del páramo más grande del mundo e instando al Legislativo a que avance en la construcción de una propuesta que reconozca a los páramos de Colombia como sujetos de derechos, el campesinado sumapaceño y de Cruz Verde reanudó su compromiso histórico con la defensa del páramo y sus comunidades. Antes, el compromiso era con la emblemática lucha agraria, hoy frente a los intereses económicos que pretenden mercantilizar su territorio a través de proyectos ecoturísticos, hidroeléctricos y otros, y aprovecharse de las políticas ambientales para comercializar sus bienes comunes, así como ante las intervenciones estatales que amenazan su forma de vida y obligan a su desplazamiento hacia las ciudades.

En la parte final de la audiencia se escuchó el fuerte llamado de atención de las campesinas y campesinos asistentes, quienes, habiéndose desplazado de lugares distantes para hacer escuchar su voz frente a las instituciones que nunca se acercan a sus territorios, se encontraron con la ausencia flagrante de todos los funcionarios públicos citados para que diera respuesta a sus exigencias. Los senadores Julián Gallo, Sergio Marín y el equipo del senador Pablo Catatumbo (todos del partido de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común), sí participaron del evento y acompañaron las exigencias y denuncias que el campesinado alzó.

Quedan entonces grandes interrogantes sobre el escenario futuro que le espera al campesinado paramuno ante la mezquindad de un gobierno que se niega a escucharlos, incluso, en sus propios recintos de operación, y el carácter con el que las políticas ambientales llegaran a los territorios. Es de saber que la militarización de los ecosistemas estratégicos no se ha hecho esperar y las instituciones parecen cada vez más resistentes a abrir espacios para la participación de quienes habitan en ellos en la toma de decisiones sobre su ordenamiento y más, ciegas, sordas y mudas ante sus demandas.

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