No son dos casos exactamente similares, ni dos momentos políticos en un mismo contexto. La victoria en Argentina del binomio Alberto y Cristina Fernández es la mejor respuesta a la caótica situación a la que llevó al país la administración de Mauricio Macri, de muchas promesas y pocos resultados.

Y no podía ser de otra forma. Los valores que sustentan hoy el peronismo de una época y el kirchnerismo más reciente han sido acogidos por una buena parte de la población, y sus dirigentes llegan al poder gozando de gran simpatía y respeto.

En el caso de Alberto Fernández, su mesura y su apego a cumplir con la gran tarea de levantar a una nación hundida económicamente por el gobierno de Mauricio Macri, le conceden la autoridad necesaria para ponerse al frente de la titánica obra.

Cristina Fernández, la expresidenta a la que se le trató de excluir políticamente con fórmulas similares a las aplicadas con Lula en Brasil y Correa en Ecuador, emerge con su experiencia y sus valores más que demostrados.

Ahora Cristina brilla más y su papel, al lado del presidente Alberto Fernández, tomará un valor muy especial, con nuevas pruebas que estoy seguro ella sabrá vencer.

Hacer realidad «El Frente de todos» será la guía que, sin muchas promesas y con mucho trabajo, levantará al país que Macri llevó literalmente a la tumba.

Estoy seguro, y quizás no coincida con algunos comentarios al respecto leídos en medios internacionales, que Alberto y Cristina ganaron, más que todo por sus méritos y sus ejemplos, y, además, por el fracaso de su antecesor.

Uruguay a compás de espera

Las lecturas pueden ser varias. Muchos pensaron, y me incluyo entre ellos, que el Frente Amplio tenía todas las posibilidades de ganar en primera vuelta o, al menos, que la diferencia con su principal rival, el opositor Partido Nacional, fuese más holgada.

Tuve en cuenta en mi valoración la estabilidad lograda en los últimos 15 años de gobierno del Frente Amplio y las amargas experiencias de administraciones de derecha anteriores.

Con la totalidad de los votos escrutados por la Corte Electoral, Daniel Martínez, del Frente Amplio, obtuvo el 39,2 % de los votos, mientras Luis Lacalle Pou, del centroderechista Partido Nacional, sumó un 28,6 %.

Martínez ha llamado al diálogo con otras fuerzas políticas, mientras que Lacalle habló de avanzar en «un gobierno multicolor», en clara alusión al partido Cabildo Abierto, que obtuvo un 10,9 % de los votos, y a otros como el Partido de la Gente y Partido Independiente, a quienes de antemano agradeció el apoyo que espera para la segunda vuelta.

Muy claro todo, la derecha empieza a atar los cabos para lograr la unión de sus agrupaciones para enfrentar a un Frente Amplio que obtuvo mayor cantidad de votos, pero no llegó a los necesarios para conquistar en primera vuelta la victoria en los comicios del pasado domingo.

Granma