Comité de Paro en Bogotá está de acuerdo con el informe de la ONU Derechos Humanos
/ Sábado 7 de marzo de 2020
|
Desde el Comité Distrital de Bogotá, del Paro Cívico Nacional, suscribimos la siguiente declaración: Estamos de acuerdo con el informe, de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en Colombia, presentado por el relator Michel Frost del Comité de DDHH de la ONU, con sede en Ginebra, donde se muestra la graves violaciones a los derechos fundamentales individuales y colectivos de las y los colombianos.
Reconocemos la seriedad del organismo y las visitas en campo, los testimonios recogidos y las pruebas documentales que realizó el equipo ONU para presentar el informe, donde entre otros aspectos da a conocer el sistemático y selectivo asesinato de líderes sociales: defensores de DDHH, indígenas, afrocolombianos, campesinos, víctimas, estudiantiles, ambientalistas comunales y líderes políticos en oposición al gobierno.
Particular atención pone el relator de la ONU para Colombia, Michel Frost, sobre el asesinato sistemático de antiguos guerrilleros en proceso de paz; cuyas muertes se ubican en más de 200 desde la firma de los acuerdos de paz.
Rechazamos la posición del gobierno colombiano que, como siempre, pretende ignorar las realidades del país y desconocer la grave crisis política, económica y social que, durante décadas, el Estado ha ocultado e invisibilizado para que la comunidad nacional e internacional desconozca.
Como es lógico hay gran indignación en la opinión pública colombiana y mundial por la respuesta descalificadora del gobierno colombiano y el partido Centro Democrático, que minimizan y condenan el informe y piden el retiro del país de todas las misiones de la ONU que tengan que ver con la protección de los DDHH.
Es muy preocupante para la posición desafiante del presidente Duque y la Ministra del Interior al colocar la muerte de los líderes sociales al mismo nivel de importancia, que cualquier muerte que ocurra en Colombia.
Preocupa al Comité Distrital de Paro la situación en torno a la falta de garantías para la protesta social, a la criminalización de la misma y a los reiterados asesinatos practicados por el escuadrón
del Estado, ESMAD, que suma 35 asesinatos de personas que ejercían su derecho constitucional a la legítima protesta social. Es emblemático el caso del joven estudiante Dylan Cruz asesinado por el Estado, además, se han presentado casos de ataques al rostro de los manifestantes, por lo cual han perdido la vista o uno de los ojos, detenciones arbitrarias etc, lo que demuestra el uso excesivo de la fuerza para reprimir la protesta legal..
Por lo tanto, desde el Comité Distrital de Paro, exigimos del gobierno nacional y distrital plenas garantías a las protestas sociales que se vienen:
• 8 de marzo con la combativa convocatoria por el día de la mujer.
• 16 de marzo con la marcha de los Santanderes y el nororiente colombiano en la Ciudad de Bogotá, en defensa del páramo de Santurbán y los demás páramos del país, las reservas forestales y el medio ambiente.
• 25 de marzo, paro nacional
Solicitamos a la ONU y las organizaciones continentales de defensa de los DDHH el acompañamiento de estas jornadas para tener garantías al derecho de protesta y movilización, poniendo énfasis en las garantías a los estudiantes que salen a protestar por la falta de presupuesto, las medidas represivas, la violación a la autonomía universitaria por parte de las fuerzas armadas del Estado con cualquier pretexto.
Es notoria la crisis de legitimidad del gobierno nacional dentro del país y el desprestigio del presidente y la descalificación que está recibiendo de toda la opinión pública internacional. Los grandes escándalos de corrupción, las denuncias de compra de votos en las elecciones presidenciales del año 2018, las declaraciones de Aida Merlano, del Ñeñe Hernández, los laboratorios de cocaína en la finca del embajador de Colombia en el Uruguay, la escalada mediática de la presidencia para entrometerse en los asuntos internos de Venezuela, el cierre de los diálogos de paz con el ELN, las reformas económicas regresivas que aumentará la brecha de desigualdad que, ya de por sí, es muy alta en el país, los presuntos vínculos con la creación de grupos paramilitares del expresidente Uribe y sus familiares y la complicidad del Ejercito Nacional con las masacres y los falsos positivos.
A todo lo anterior, es necesario advertir sobre la instalación del próximo año legislativo del Congreso de la Republica, donde se pretende aplicar el paquetazo de reformas, laboral, pensional, la renovación de la fumigación con glifosato (según la perentoria orden de Trump) y sumado a ello las terribles consecuencias ambientales que traerá las utilización de la técnica fracking para la explotación minera.
En Bogotá, sus habitantes comienzan a levantarse de un sueño y una ilusión, hoy vemos como la actual administración estigmatiza a los defensores de derechos humano y pone a las y los estudiantes en la palestra pública por defender la protesta social y no estar a favor de las políticas neoliberales que esta administración intenta continuar. Vemos como la propuesta del Plan de Desarrollo Distrital no es más que la continuidad y materialización del modelo de negocios de Peñalosa, pero con una actitud más beligerante y retadora hacia la sociedad movilizada y crítica de la ciudad.
Consideramos que un Contrato Social como llama la alcaldesa a su propuesta de Plan de Desarrollo, no puede quedarse en retórica y demagogia con un modelo económico y una ciudad excluyente exquisita para la burguesía, los grandes negocios y la precarización laboral, ambiental y social, sino que debe iniciar con la participación directa de la ciudadanía en la construcción de su buen vivir donde cada habitante de la ciudad tenga la posibilidad real de construir su comunidad.
De nada nos va a servir platear un eslogan contractualista si de fondo se da continuidad a la privatización de los espacios públicos, de las empresas, la continuidad de Transmilenio y el retraso de las obras del Metro, la continuidad del relleno sanitario doña Juana y de la minería a cielo abierto, de nada nos va a servir los discursos bien elaborados si de fondo está el aumento de la represión a la protesta y profundización del modelo económico.
Hay razones de más para hacer del mes de marzo, el mes de la protesta social.