Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra
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A la memoria de Orlando Higuita Rojas
David Rabelo Crespo / Martes 2 de junio de 2020
 

El 2 de junio de 1989, mientras se encontraba en su negocio, ubicado en la calle 50 con carrera 17, en pleno centro de Barrancabermeja, fue vilmente asesinado Orlando Higuita Rojas.

Orlando, oriundo del municipio de Vilorina (Antioquia), desde muy joven llegó a Barrancabermeja y se vínculo como trabajador de Ecopetrol. Se casó con Marleny Rodríguez y tuvo tres hijos: Rolando, Patricia y Albeiro.
Era un gran ser humano, un ser humilde y con mucha sensibilidad social.
Muy pronto fue elegido a la Junta Directiva de la USO Refinería. Fue negociador del pliego de peticiones de 1976.

En la huelga de 1977, jugó un papel importante al servicio de los obreros petroleros. Al final de la huelga fueron despedidos 217 trabajadores, entre ellos Orlando Higuita.

Con su familia se quedo en la ciudad y fundó un negocio de comidas rápidas en pleno centro de Barrancabermeja, que muy pronto ganó todo un reconocimiento.
Siguió el trabajo social, político y comunitario, siendo elegido Concejal por la Unión Patriótica y miembro del Comité Central del Partido Comunista Colombiano.
Fue un referente para el campesinado del Magdalena Medio y las comunidades de Barrancabermeja. A finales de 1987, al lado de Ismael Jaimes, Jael Quiroga, Rafael Gómez, Jorge Gómez Lizarazo y otras personalidades fundan a CREDHOS.
Participó activamente en la Coordinadora Popular de Barrancabermeja y lideró los paros cívicos por el derecho a la vida.

Fue asesinado por el terrorismo de Estado Colombiano

Algunos meses antes de su asesinato, los sicarios llegaron a su negocio a ejecutar la órden, pero la rápida acción de la policía judicial los neutralizó y al requisarlos les encontraron sendas pistolas nueve milímetros, fueron encarcelados. Pero de manera vergonzosa para la institucionalidad, por la complicidad existente, fueron rescatados por sus compinches de la cárcel de Barrancabermeja, regresando el 2 de junio de 1989, ejecutando el plan criminal, es decir asesinando de manera aleve y cobarde al compañero Orlando Higuita.

Orlando, como Leonardo, Ismael, Manuel Gustavo y tantos otros sacrificados, todos ellos siguen en el corazón de Barrancabermeja y la Región.

Por todos ellos, como dijo Gabriel García Márquez en su obra "La hojarasca": "Todos se habrán ido entonces, menos nosotros, porque estamos atados a este suelo por un cuarto lleno de baúles en los que se conservan aún los utensilios domésticos y la ropa de los abuelos, y los toldos que usaron los caballos de mis padres cuando vinieron a Macondo huyendo de la guerra. Estamos sembrados a este suelo por el recuerdo de los muertos remotos cuyos huesos ya no podrían encontrarse a veinte brazas bajo la tierra".

A Marleny su esposa, sus hijos Rolando, Patricia y Albeiro un abrazo solidario. Seguimos el legado de Orlando.

¡Gloria eterna su memoria!