El domingo 7 de junio, se conoció un pronunciamiento del proyecto comunicativo popular campesino Voces del Guayabero, del Guaviare y sur del Meta, firmado en la vereda Tercer Milenio del municipio de Vistahermosa, Meta.

En el documento denuncian que las comunidades campesinas han sido atropelladas permanentemente por parte de miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega al mando del General Raúl Hernando Flórez. Las comunidades se encuentran en protesta pacífica en esta rechazando las erradicaciones forzadas y exigiendo el cumplimiento de los acuerdos pactados, en el marco de la implementación del PNIS, Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos.

En medio de las graves violaciones de los derechos humanos perpetradas por el Ejército en contra de las comunidades, han resultado heridos 12 campesinos víctimas de balas de fusil y ametralladoras, disparadas por la fuerza pública contra la comunidad, donde además se ha violado el derecho a la libertad de prensa, dejando gravemente herido a un reportero de Voces del Guayabero que se encontraba debidamente identificado y portando su cámara.

Las comunidades han expresado su profunda repulsa, al hecho de que una institución que está creada para velar por la vida la seguridad de las y los ciudadanos, como es el deber constitucional Ejército Nacional, arremeta contra la población civil desarmada, sin importar la vida y la integridad de quienes allí se encuentran expresando su derecho al ejercicio de la libre protesta. A su vez las comunidades del Guayabero rechazaron enfáticamente, las declaraciones que hizo el general Eduardo Zapateiro, comandante del Ejército Nacional, donde estigmatiza la protesta y asocia la movilización como una iniciativa de los grupos armados al margen de la ley, que según el general en consecuencia con la doctrina del enemigo interno, instrumentalizan la lucha por las reivindicaciones sociales. Los campesinos respondieron a estos señalamientos, aclarando que son voceros pero de la población concentrada en la protesta, compuesta por labriegos que están exigiendo valer sus derechos constitucionales, y obligados por la problemática social de la región, no por guerrillas, ni disidencias como lo señalan las fuerzas armadas, son campesinos humildes desarmados que están expresando su rechazo al incumplimiento permanente frente a los acuerdos pactados con las comunidades, mientras las respuestas son ráfagas donde la única respuesta de las comunidades es su voz y su grito por sus derechos.

Se conoció también un memorial de solicitudes y exigencias del campesinado, que se acoge al artículo 38 de la Constitución Nacional que salvaguarda el libre derecho a la asociación y el artículo 20 que protege la libre expresión, reafirmando además que su accionar está avalado por la declaración universal de los derechos humanos y principios y normas del Derecho internacional humanitario.

En su pronunciamiento los campesinos plantean, que seguirán reunidos y saludan la actitud de diálogo planteada por el gobierno departamental del Meta y al acompañamiento de organizaciones de derechos humanos, en la perspectiva de la de instalar una mesa integral de concertación y diálogo, que se propone dar inicio los días martes 9 y miércoles 10 de junio en el sitio tres esquinas del municipio de La Macarena, Meta.

En esa mesa deberán participar instituciones del orden local, departamental y nacional, con el acompañamiento organizaciones de derechos humanos y personalidades progresistas de la región, además de los voceros designados por las comunidades, que dieron a conocer fueron elegidas 11 personas en representación de los campesinos que se encuentran en refugio humanitario. Los voceros decidieron sentarse en la mesa a pesar de la estigmatización que ha promovido en medios al generalato Nacional, qué ha manifestado, como informamos, el señalamiento permanente a la manifestación pacífica y a sus voceros, además de violentar el principio de distinción consagrado en los protocolos adicionales al DIH, infringiéndolos abiertamente.

A pesar de que se definieron espacios de diálogo para superar la problemática, los campesinos denunciaron que el día de ayer, domingo 7 de junio, tropas de la fuerza de tarea conjunta Omega realizaron operativos a partir de las 2 de la tarde, reanudando la erradicación violenta de cultivos, donde según informaron las comunidades, quemaron cambullones, desbarataron ranchos de vivienda de los campesinos y retuvieron 9 personas, quienes buscaban material fílmico como prueba para presentar en la mesa de negociación y diálogo, que se instalará en el transcurso de la semana en la Macarena. Esté ambiente ha generado de nuevo temor en las comunidades, que se encuentran en disposición para posibilitar escenarios del diálogo, ya que los campesinos denuncian que han sido atacados de manera brutal, violentando las decisiones de avanzar hacia una mesa de diálogo. También los campesinos han denunciado que los soldados gritan contra los campesinos, que ellos tienen la orden de matar a las personas que están ahí, situación que ha generado mucha preocupación y angustia en las comunidades.

En la declaración campesina las y los labriegos señalaron, que hay un plan de erradicación forzada como instrumento para poner en marcha un plan integral de desalojo de los campesinos colonos que ocupan las áreas de parques nacionales, áreas de reserva campesina y amortización de las reservas, en la perspectiva de entregar estas tierras a los megaproyectos de las multinacionales del petróleo, del agua, el turismo y negocios del capital financiero transnacional. los campesinos que se hace más de 30 años han fundado allí fincas, sus vidas, sus proyectos económicos y sus economías familiares y comunitarias, reclaman que hacen parte del territorio y el ecosistema natural de la tierra y de su geografía y están siendo sacados violenta y brutalmente violando todo derecho, frente a ello exigen entonces respuestas y soluciones, no bala como ha sido la constante.

El campesinado está en medio del contagio por la pandemia del coronavirus, y es víctima de la pandemia de la pobreza, la violencia y el desarraigo; la ruta es el dialogo y la implementación de los acuerdos, no una guerra absurda que tiene como objetivo de su accionar a los más débiles y vulnerables, mientras los narcotraficantes financian campañas, guardan y multiplican sus ganancias en paraísos fiscales y desplazan y asesinan campesinos en la disputa del control territorial ante la mirada indiferente del gobierno.