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Opinión
Combinando las formas de lucha
Campesinos que marchan acosados por el hambre y las balas, obreros bananeros parando contras las imposiciones del militarismo, una pacífica población levantándose contra el olvido gubernamental de generaciones; panorama de lucha frente a un régimen caracterizado por la inercia de soluciones y la mano dura ante el justo reclamo popular.
Bernardo Jaramillo Ossa / Lunes 22 de marzo de 2021
 

El 22 de marzo de 1990 en Bogotá fue asesinado Bernardo Jaramillo Ossa, dirigente político, militante comunista y candidato presidencial por la Unión Patriótica. El semanario VOZ lo recuerdó con este editorial firmado el 22 de septiembre de 1988. En el artículo, el líder manizaleño se refiere a la protesta social, en específico al estallido popular en Tumaco y al paro cívico en Urabá que se extendió por seis días. Jaramillo Ossa analiza la situación desde la perspectiva política del Partido Comunista y la tesis de la ‘Combinación de todas las formas de lucha de masas’

Este es el texto elaborado por el dirigente político que recordamos hoy a 31 años de su magnicidio, coincidiendo con las acciones de movilización de los habitantes del Uraba, que después de años de guerra y exclusión siguen peleando por sus aspiraciones aplazadas e irresueltas:

Campesinos que marchan acosados por el hambre y las balas, obreros bananeros parando contras las imposiciones del militarismo, una pacífica población levantándose contra el olvido gubernamental de generaciones; panorama de lucha frente a un régimen caracterizado por la inercia de soluciones y la mano dura ante el justo reclamo popular.

Urabá y Tumaco hermanadas en las dificultades y en la decisión para enfrentarlas; en una y en otra el gobierno de Barco no da respuesta civilizada a las exigencias de atención inmediata a la guerra sucia contra los campesinos y obreros en la primera y a la prestación efectiva de servicios públicos en la segunda.

Acción de masas, levantamiento contra la respuesta militarista, en el Atlántico y en el Pacifico, un solo pueblo, varias formas de lucha, de la petición respetuosa de que habla la Constitución, de la movilización activa, en ambas el Paro Cívico General, antesala de la Huelga Nacional por la vida que prepara la CUT, en ambas represión y gobierno militar desplazando a las autoridades legítimamente constituidas.

En ambas existen condiciones para que triunfe el pueblo. En Urabá porque no cabe la menor posibilidad que si se respeta el mandato constitucional el Consejo de Estado aprueba el “carnet de identificación” inventado por el dictador Arias Cabrales, el socio de “Paladín 6” en el Palacio de Justicia, no para frenar las matanzas contra los trabajadores sino para facilitar la acción de los asesinos, que han salido precisamente del Batallón Voltígeros con listas previamente elaboradas por el Servicio de Inteligencia de esa unidad militar, porque el General Samudio debe levantar el cerco al campesinado de Urabá convertido en “rehén” del militarismo hasta la entrega de los 22 uniformados prisioneros de guerra de las FARC en esa región; y porque en Tumaco se ha recuperado la dignidad de una comunidad que descargó toda su ira contenida durante décadas de olvido y humillación por un régimen férreamente centralista y despreocupado de las necesidades populares.

Para los comunistas la acción de masas es el fundamento de la lucha popular por sus más sentidas reivindicaciones, lucha que paulatinamente, como en la zona bananera hoy se convierte en combate por la democracia.

En Urabá y en Tumaco se han trazado enseñanzas inolvidables para todo el pueblo colombiano, la unidad, la decisión de movilizarse y parar la conquista de los objetivos utilizando todas las formas de lucha de masas.

Se trata pues de aprende de nuestros hermanos del Atlántico y el Pacifico, y levantar la solidaridad con ellos ahora que se anuncia la aplicación del Estatuto Antiterrorista contra los dirigentes y activistas del movimiento popular.

Publicado en Semanario Voz