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EHNE-Vía Campesina critica el fracaso de la política agraria del gobierno autónomo vasco
EHNE considera que la política agraria del Gobierno de Gasteiz y las diputaciones forales en las dos últimas décadas ha sido un «fracaso rotundo» y, al contrario de lo que se transmite desde las administraciones públicas, ha dejado al sector primario en claro peligro de desaparición futura. Los casos de Gurokela en el matadero de Zorrotza, la venta de Iparlat-Kaiku al grupo suizo Emi, la situación de la patata y la remolacha, entre otros, son ejemplos de esa política.
Juanjo Basterra / Miércoles 12 de agosto de 2009
 

Los graves problemas de mantenimiento futuro del matadero bilbaíno de Zorrotza, gestionado por Gurokela; la venta de Iparlat-Kaiku al grupo lácteo suizo Emi, poniendo a los ganaderos vascos en una difícil situación de cara al futuro próximo; la desaparición de la papa y la remolacha prácticamente en Araba y otras actuaciones llevadas adelante con la política agraria que el Gobierno de la Comunidad Autónoma Vasca impulsó en más de dos décadas han desatado una crítica profunda desde el sindicato agrario EHNE, porque se considera que el sector primario vasco está en entredicho a medio plazo.

La organización agraria ha planteado al nuevo gobierno de Gasteiz un programa para desarrollar entre 2009 y 2013 en el que se recogen, de forma general, cuatro objetivos necesarios y urgentes: «el mantenimiento y creación de empleo en el sector primario; la producción de alimentos de calidad; el sostenimiento de la biodiversidad y del medio ambiente y la contribución en la tarea de fijar población en el medio rural».

Modelo del Partido Nacionalista Vasco

Con la iniciativa, que está a la espera de respuesta por parte del gobierno autonómico que lidera Patxi López, EHNE hace un diagnóstico de la situación del sector «que no se encuentra precisamente en su mejor momento, más bien lo contrario. Aún así, consideramos que existen posibilidades para invertir la situación y la actual tendencia de pérdida de empleo, producción, tierra y falta de relevo, entre otras carencias, en las explotaciones vascas».

A esta situación se llega, según la organización agraria, después de que el PNV, que ha controlado los departamentos de los sucesivos gobiernos autonómicos y de las diputaciones, ha impulsado durante más de dos décadas un modelo agrario «que, como ya manifestamos en su momento, nos ha llevado al fracaso y a la casi extinción del sector».

El último caso que ha levantado las alarmas en el sector es el fracaso del modelo de la producción de carne por medio de Gurokela en el matadero bilbaíno de Zorrotza, que se encuentra en concurso de acreedores, con unas pérdidas declaradas en 2008 de 900 mil euros.

EHNE se opuso desde 2004, cuando Gurokela tomó las riendas del matadero de Zorrotza, porque el modelo previsto, apoyado por el Departamento de Agricultura del Ejecutivo de Gasteiz, «planteaba el esquema de centralizar lo que es la comercialización, la matanza de las reses en un solo grupo, lo mismo que ocurrió con Iparlat-Kaiku con la leche y el sector productor».

En realidad, se trató de que «los ganaderos pasaran por el aro en los precios y en el modelo productivo de carne, con el objetivo de saltarse el modelo tradicional de venta a las carnicerías. Se trató de hacer un gran matadero que sirviera, fundamentalmente, sólo a las grandes superficies, desde el embandejado del producto hasta otras partes del proceso, con el argumento de que las nuevas tendencias iban por ahí».

Sin embargo, EHNE se opuso. En la actualidad el futuro de Gurokela pende de un hilo, lo mismo que el matadero de Zorrotza. «Los ganaderos entraron en Gurokela porque el gobierno de Gasteiz hizo campaña directa sobre los mismos, cuando estaba al frente de la viceconsejería Asier Albizu. Ese paso de unificar en un macromatadero la producción trajo consigo el cierre de los mataderos comarcales. De hecho, se cerró el de Durango, aunque un año y medio más tarde se reabrió con la iniciativa de Erralde, que impulsa ya otro en Oñati, y que ha reactivado con éxito el modelo de venta a las carnicerías».

Dumping en la carne

En diferentes ocasiones EHNE ha denunciado la práctica del dumping por parte de Gurokela en el precio de la carne. «Se ha vendido por debajo del coste de producción, porque siempre han creído que han estado amparados por los fondos públicos. En realidad en el sector se ha instalado la idea de que lo que promueve el Gobierno tiene que tener éxito, pero se ha visto que no. Porque se ha llevado una gestión sin mirar por el futuro, sino esperando que las cuentas públicas tapen los agujeros, hasta que la situación ha explotado con fuerza».

En el matadero de Zorrotza, gestionado por Gurokela, trabajan 28 trabajadores autónomos, que están subcontratados a una empresa catalana y que han estado de huelga. Por lo tanto, para EHNE «tampoco es cierto que este modelo haya generado empleo. Son servicios que se subcontratan, pero que ni están dirigidos a potenciar la carne, ni el desarrollo de un modelo de producción propio».

Por ese motivo, la organización agroganadera denuncia que el PNV ha organizado una política agraria «en base a una industria transformadora que no responde a los intereses de los productores, pero que intenta aparentar que hay una industria fuerte en base a enormes inyecciones de dinero, pero que al poco tiempo se venden a empresas externas».

Leche a bajo coste

Esto es lo que ha ocurrido hace unos meses con la venta de Iparlat-Kaiku al grupo suizo Emi. EHNE lamenta unas declaraciones de Eduardo Urrutia, presidente de Kaiku Corporación y ex viceconsejero de Agricultura del gobierno de Gasteiz, que «en un contexto muy difícil para muchos ganaderos, que están a punto de abandonar la producción de leche por los elevados costes que tiene el litro de leche, Urrutia plantea que se tiene que producir más barato para ser competitivos, sino que se opte por el cierre de la explotación ganadera, porque es muy fácil traer del exterior leche en polvo a 0,15 céntimos. Lo que nos indica -según EHNE- qué prácticas utiliza Kaiku para colocar leche en el mercado».

En este caso, se asegura que el 70% de la producción transformada de Kaiku «está apalabrada» como marca blanca para la cadena comercial Mercadona. «Esa política de Kaiku es imposible que sirva a los productores propios, ni al consumidor, porque es imposible tener un litro de leche por 0,59 céntimos como estamos viendo en las grandes superficies comerciales».

Es otro ejemplo de los problemas que se han planteado en esa política de concentración impulsada por el PNV en las administraciones públicas. También está el caso del sector de la horticultura, con la cooperativa Garaia de Mungia, que fue inaugurada por el ex lehendakari Juan José Ibarretxe hace unos años. «La planta de envasado de lechugas está en conversaciones con una multinacional francesa para su venta».

Para EHNE, «determinados proyectos cuentan con enormes ayudas públicas que se gestionan bajo apoyo institucional y se venden a empresas externas sin importarles el futuro de los agricultores y ganaderos que, al final, somos los perjudicados».

Propuestas de impulso de la leche en Bizkaia

EHNE de Bizkaia ha elevado una propuesta a la Diputación de Bizkaia para impulsar el maltrecho sector lácteo. En la actualidad el 80% de la producción de leche en territorio vizcaíno se comercializa fuera de Iparlat, tanto en venta directa como vía industria transformadora.

La organización agroganadera considera que Bizkaia tiene un potencial enorme, por lo que han pedido al equipo que preside José Luis Bilbao una serie de acciones concretas. Entre ellas, destaca «el adelanto del pago único de las explotaciones de leche posibilitando que se pueda cobrar un porcentaje muy alto cuanto antes» con el objetivo de «evitar la desaparición de un gran número de explotaciones, que no están en condiciones de soportar la situación actual de precios».

Entre otras propuestas, piden llevar adelante, junto a la Administración, el sector lácteo, la industria y la distribución, un observatorio de precios para que analicen la cadena alimentaria y establezca medidas para fijar precios dignos en origen, a fin de garantizar el futuro del ganadero.

También piden ayudas a la producción propia de forraje. A la vez que consideran necesario activar nuevas vías de transformación y comercialización, incentivando proyectos que busquen valor añadido y denegar ayudas públicas a las industrias que paguen precios inferiores al coste de producción. Entre otras, reclaman el impulso al sector lácteo bajo el eje «de producir y consumir a nivel local».