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Análisis
Cinco claves para este domingo
El panorama político de Colombia está cambiando: La izquierda ha obtenido la mayor votación para Congreso, consulta interpartidista y primera vuelta presidencial; su propuesta para cambiar la estructura económica y política del país ha logrado el más contundente respaldo en las urnas.
Fernando Valencia Rivera / Sábado 18 de junio de 2022
 

El momento electoral ofrece importantes oportunidades para el cambio, dentro de las cuales están una respuesta ciudadana comprometida, la afortunada alineación de algunos contenidos en las propuestas de campaña y una particular coyuntura política en Estados Unidos, tanto a nivel interno como en las relaciones con América Latina. Aquí se ofrece la aproximación a algunas de ellas para enriquecer la comprensión de la elección de presidente y vicepresidenta este próximo domingo.

1. No es cierto que haya resistencia al cambio

El panorama político de Colombia está cambiando: La izquierda ha obtenido la mayor votación (con una enorme ventaja sobre sus competidores), para Congreso, consulta interpartidista y primera vuelta presidencial; su propuesta para cambiar la estructura económica y política del país ha logrado el más contundente respaldo en las urnas, el cual ha sido creciente a lo largo de los tres eventos electorales. Por otro lado, la prohibición del fracking y la aspersión con glifosato, la implementación de los acuerdos de paz, el restablecimiento de relaciones con Venezuela, el aborto, el matrimonio paritario y la adopción en parejas homosexuales, ya no están en discusión porque hacen parte de la oferta de ambos candidatos.

2. Los sectores de gobierno tienen la certeza de que Petro ganará las elecciones

A junio 11 se publicaron cuatro estudios de intención de voto, tres de los cuales concluían empate técnico y uno (el de Yanhaas) concedía ventaja de diez puntos a Petro; adicionalmente dos de ellos (los de GAD3 y Guarumo) dejaban ver una clara tendencia al alza en el favoritismo hacia el Pacto Histórico.

La ecuación es simple: El ingeniero empezó la campaña a segunda vuelta con un caudal de 52 % al sumar los seguidores de Fico, pero la encuesta que más lo favorece le concede un empate alrededor del 48 %. A medida que explica su propuesta se van distanciando amplios sectores, y no necesariamente porque migren hacia Petro, sino porque no votarán en contra de sus propios fundamentos morales y religiosos, porque entienden los riesgos jurídicos y económicos de elegir a un personaje que desafía la ley y la justicia, porque al final su campaña recogió todos esos personajes que ya habían sido rechazados en la votación de primera vuelta.

En esencia, su horizonte no ha sido de suma sino de resta, al tiempo que ninguno de los seguidores de Petro le ha abandonado y capta buena parte del voto independiente.

3. Esta vez el fraude no es una buena alternativa para el establecimiento

Para impedir este resultado sólo les quedaría acudir al fraude, pero esta vez corren un alto riesgo de ser descubiertos: la disponibilidad de tecnologías para hacer control, los aprendizajes obtenidos a lo largo de varios procesos electorales, la robusta capacidad logística y tecnológica del Pacto Histórico y la generosa respuesta ciudadana para constituir la más grande fuerza de jurados, testigos y observadores; junto a la desconfianza internacional que recae sobre el registrador por sus desaciertos en las parlamentarias, hacen que los hechos fraudulentos tengan poca posibilidad de permanecer ocultos.

Claro que pueden intentarlo y por eso hay que insistir en que no se reconozcan resultados si no hay absoluta transparencia, pero el riesgo de ser descubiertos y sancionados es cada vez más alto, sobre todo después de que el movimiento demostró en marzo su capacidad para cuidar los votos.

También hay que resaltar la capacidad política del Pacto para enfrentar estos asuntos, evitando caer en la trampa que se urdió con una secuencia de hechos que van desde los “petrovideos” que no revelan más que las argucias políticas, las declaraciones de Sofía Petro como supuesta amenaza de reacción violenta, los informes de inteligencia sobre un oscuro plan de ataque atribuible a la izquierda y la captura masiva y arbitraria de líderes sociales; todo lo cual busca justificar la intervención de la Fuerza Pública en el proceso, bien sea para intentar intimidar a Petro presidente o para contener la protesta que se desataría en caso de evidenciarse un fraude.

4. El alzamiento militar tampoco es una opción viable

Si se viesen obligados a aceptar el triunfo de Petro, bien sea por ser descubiertos en el fraude o por un resultado contundente, les queda el recurso de la sublevación militar, el ruido de sables, pero esta vez no es una medida viable porque enfrenta la desaprobación del Gobierno norteamericano. Contrario a lo sucedido en otras ocasiones, la Casa Blanca ha manifestado abierta y reiteradamente que ese país está dispuesto a trabajar con el presidente que resulte electo, sin descalificar las tendencias o relaciones de izquierda, sin autorizar ese tratamiento de enemigo interno que ha sido utilizado para sembrar miedo y eliminar las posibilidades políticas de fuerzas alternativas.

Por fortuna, justo en estos días los estadounidenses están realizando las audiencias legales sobre el asalto al capitolio y están entendiendo el daño que un tramposo y mal perdedor como Trump le hacen a la democracia y a las instituciones, y de seguro su Gobierno no estará muy dispuesto a embarcarse en apoyos a grupos que roban elecciones por vías fraudulentas o violentas, menos aun cuando para el propósito se usen las armas de la república.

5. La convocatoria no es contra el sistema

Todas las encuestas coinciden en que el programa del Pacto y las figuras de Francia y Petro atraen a los jóvenes porque representan el cambio, la esperanza de mejor vida; contrario a lo ofrecido por Rodolfo, quien terminó perfilándose como antisistema: juvenil y rebelde, desafiante de la autoridad y disruptivo en los métodos de hacer política; como una explosión de rabia que canaliza el descontento y lleva a una autodestrucción para reiniciar el ciclo perverso, veinte años atrás, considerando otra vez un gobierno autoritario.

El reto está en que la rebeldía juvenil pueda ser fuerza transformadora, donde los y las jóvenes sean actores de un proyecto de país y no simples seguidores en redes digitales; en que podamos pasar del like al voto, y de la adhesión a la participación activa; superar la idea de la indefinida oposición en resistencia.

La posibilidad de cambio está en la gente joven, en esa que comprende la importancia de proteger el ambiente, la riqueza de la pluralidad, lo esencial del libre desarrollo de la personalidad, de acabar con esta historia de guerras y odios. Ojalá les emocione la “vida sabrosa” y la defiendan con su voto y su trabajo, porque un día serán tan conservadores como muchos de nuestros mayores de cuarenta, que hoy, a pesar de haber vivido las décadas más ricas en cambios, apoyan, abierta o secretamente, el salto al pasado.

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Edición 782 – Semana del 18 al 24 de junio de 2022