Aportes en el territorio de la justicia restaurativa
En Icononzo excombatientes construyen carreteras y reforestan
Esta obra se constituye en una verdadera transformación en el territorio, donde se ha carecido de vías de acceso que garanticen al campesinado su movilidad, y por sobre todo permitirá la posibilidad de sacar su producción agrícola a los circuitos de comercialización y de esta manera fortalecer las economías campesinas y familiares. Es así como esta placa huella favorecerá a más de 12 veredas circunvecinas y a cientos de familias campesinas de esta región del norte del Tolima secularmente victima del abandono estatal.
,
/ Jueves 25 de agosto de 2022
|
Director de la Agencia Prensa Rural, comunicador, educador popular, analista político, miembro de la Asociación campesina del valle del rio cimitarra ACVC. Escribe en Semanario Voz
twitter @reneayalab
El jueves 18 de agosto no fue un día cualquiera para la comunidad de la vereda el Yopal en el municipio tolimense de Icononzo. El colectivo de hombres y mujeres de las antiguas FARC-EP en proceso de reincorporación ubicado en la vereda La fila de este municipio, hizo entrega a los habitantes de la zona de una placa huella de 100 metros de longitud, una obra civil enmarcada en la ejecución de los TOAR, que son los trabajos, obras y acciones reparadoras enmarcadas en la implementación de la justicia transicional como aporte a la construcción de reconciliación y reparación real a las víctimas con ocasión del conflicto armado.
Esta obra se constituye en una verdadera transformación en el territorio, donde se ha carecido de vías de acceso que garanticen al campesinado su movilidad, y por sobre todo permitirá la posibilidad de sacar su producción agrícola a los circuitos de comercialización y de esta manera fortalecer las economías campesinas y familiares. Es así como esta placa huella favorecerá a más de 12 veredas circunvecinas y a cientos de familias campesinas de esta región del norte del Tolima secularmente victima del abandono estatal.
Este proceso inició con un proyecto previo de construcción de otra placa huella que fue entregada a la comunidad el 12 de julio. Esta pequeña obra civil, pero de profundo impacto comunitario, se convirtió en un hito que transforma la cotidianidad de más de 800 niños y niñas de la Normal superior del municipio de Icononzo, que tenían que atravesar verdaderos barrizales para llegar a su centro de estudio, garantizando con esta construcción la mejora sustancial de la calidad de vida de las y los jóvenes normalistas. En la construcción de esta placa huella participaron reincorporados que provenían de los municipios de Planadas, Dolores, Viotá e Ibagué, y se concretó gracias al apoyo de los enlaces de la JEP, la Agencia nacional para la reincorporación, los rectores de instituciones educativas, representantes de las víctimas y el apoyo de las Naciones Unidas.
“Estos trabajos se han articulado con la administración municipal y demostramos así nuestro compromiso con la paz y la implementación del acuerdo”, indicó Johan David Machado, quien es referente del colectivo en reincorporación ubicado en el municipio tolimense. Además de las obras civiles que definitivamente mejoran la calidad de vida de estas comunidades, las y los reincorporados desarrollan actividades de reforestación en la zona, fortaleciendo la reserva natural y el cuidado ambiental como un eje de la reconciliación. Estas obras no podían ser mas que simbólicas, son huellas evidentes y perennes de lo que significa el acuerdo final de paz y su implementación, demostraciones de como un modelo de justicia no punitivo y que ponga al centro la verdad y acciones reparadoras que generen cambios en la vida de las comunidades, son el camino para superar las lógicas propias de la guerra, las venganzas y rencores instalados en el corazón de los territorios que no permiten superar el eterno espiral de la guerra.
La implementación de los TOAR se constituyen en hechos concretos y palpables de que se pueden generar obras con el trabajo conjunto de reincorporados, víctimas y comunidades, cuidando el uso adecuado de los recursos y generando acciones de reparación participativas que sin duda cambian para bien la vida de la gente en las regiones que históricamente han sido afectadas en la tragedia de la guerra. El ejemplo de las y los firmantes de paz, su entereza, compromiso y firmeza con el acuerdo, son la demostración de que la paz es el camino.