Desde el palenque un cimarrón todavía
Colombia exige política cultural de lo nacional a lo local
Estas decisiones debe llevar a generar una nueva forma de vivir las políticas culturales desde lo nacional a lo local y el gobierno del cambio debe comprender que en la cultura las y los colombianos encuentran un espacio de crecimiento complementarios a las aulas de clases, a los espacios deportivos, a las calles; las casas o centros culturales son una oportunidad para el cambio social pasando de ser el patito feo de la política a la cultura de reconstrucción nacional como bien lo diría Amical Cabral el padre de la cultura de la resistencia.
/ Lunes 10 de abril de 2023
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Cimarrón, activista, palenquero. Miembro del Conafro, del Ceuna, Kombilesa, Cenpaz.
En Colombia el sector cultura ha sido uno de los más olvidados en el ejercicio de la política pública desde la inversión hasta la vinculación laboral, lo que vulgarmente podemos llamar el patito feo de los ministerios, siendo el de menor inversión económica. Es tanto el abandonó por la elite que los últimos tres presidentes, desde el gobierno de Uribe, entregaron esta cartera ministerial a mujeres afrodescendientes empezando con la querida Paula Moreno, por presión de la bancada afroamericana del congreso de los Estados Unidos por la bancada afro del Congressional Black Caucus, en plena negociación del tratado de libre comercio TLC con ese país. De allí en adelante, ese Ministerio siempre ha estado en manos de mujeres negras, afrocolombianas, es el gobierno del pacto historio que cambio esa tradición. Era tal la costumbre que muchos sectores afros pensaron que era natural que le siguieran asignando esa cartera por nuestro acervo cultural pero también por el despreció que siempre se le ha tenido al Ministerio de Cultura.
La realidad descrita en las líneas de arriba sobre el valor de este ministerio expresada en la política cultural de Colombia desde lo nacional a lo local, la pude presenciar esta semana por razón de mi desempeño laboral en el Instituto Geográfico Agustín Codazzi -IGAC, en el marco del proceso catastral que se está llevando a cabo en el territorio nacional. Tuve la oportunidad del 27 de marzo al 31 de visitar, el Municipio de Sam Onofre y Tolú Viejo; en esos lugares las actividades se desarrollaron en la casa cultural y en casa lúdica, los dos lugares son para realizar actividades culturales, y en ellos se pudo observar el abandono que a nivel nacional, regional, departamental y local que tiene a este sector. La realidad descrita arriba es la misma en los otros lugares donde fueron otros compañeros de trabajo.
El abandono estatal lo percibimos en el estado de los baños que es penoso, de ocho lugares para hacer necesidades del cuerpo (orinal o defecar) solo funcionaba uno para hombre y otra para mujer, parecido a la oficina de los bancos donde de 8 ventanillas de atención para consignar solo funcionan 2 escasamente 3. Lo más grave es que esta realidad de las casas de cultura se replica en todo el país; como caso emblemático la casa de la cultura de mi pueblo Palenque de San Basilio, a pesar de su riqueza cultural para Colombia y el mundo, ella no cuenta con letrinas en buen estado, no hay servicio de agua, materiales de aseo, tampoco personal de aseo, ni planes de trabajo y escasamente cuentan con una especie de administración en esos lugares.
La intención de este escrito es el de colocar el dedo en la llaga para llamar la atención sobre la forma como desde el nivel nacional, regional, departamental y local se viene tratando un sector tan importante como el cultural, a ver si comienzan a valorar en su justa dimensión.
Colombia un país que se apresta a la construcción de una paz total como bandera del actual gobierno tiene que obligatoriamente hacer unos cambios profundo en la mentalidad de los ciudadanos, para generar cambios social en los comportamientos sociales, allí la cultura es fundamental para esos cambios, y eso debe empezar por realizar un incremento del presupuesto de la cultura no solo en Bogotá sino en todo el territorio nacional, para colocar la cultura en el centro de la transformación social.
En ese orden de ideas ese presupuesto debe llegar a las casas y centros culturales de todas las comunidades para poner a funcionar. Las casas o centros culturales deben tener un plan de trabajo para su funcionamiento con franjas de actividades diarias, ejemplo jornadas de cine 3 días a la semana, cine o proyección de películas para niños, personas de mayor edad y el cine convencional, concurso de domino, de dama de ajedrez, cursos de manualidades, jornada de lecturas, de poesía, de cuentos entre otros, lo cierto es que cada casa o centro cultural debe ser un espacio vivo complementarios a la escuela para el crecimiento de las comunidades.
Estas decisiones debe llevar a generar una nueva forma de vivir las políticas culturales desde lo nacional a lo local y el gobierno del cambio debe comprender que en la cultura las y los colombianos encuentran un espacio de crecimiento complementarios a las aulas de clases, a los espacios deportivos, a las calles; las casas o centros culturales son una oportunidad para el cambio social pasando de ser el patito feo de la política a la cultura de reconstrucción nacional como bien lo diría Amical Cabral el padre de la cultura de la resistencia.