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Atentado ambiental en el páramo El Almorzadero
Al menos 8.478 hectáreas de tierra ubicadas en ese hermoso páramo fueron dadas en concesión por 29 años a la multinacional Continental de Carbones.
Camilo Raigozo / Miércoles 7 de octubre de 2009
 
Localización del páramo El Almorzadero en el departamento de Santander.

Inmensa preocupación y asombro han causado en las comunidades campesinas, organizaciones de base, instituciones educativas, organizaciones defensoras de derechos humanos, del medio ambiente y en las autoridades locales de los municipios cercanos que se verán más directamente afectados por la explotación de carbón a cielo abierto, según el contrato de concesión por parte del gobierno del presidente Uribe a la empresa Continental de Carbones, el cual tendrá una vigencia de al menos 29 años.

El páramo El Almorzadero es una hermosa obra de la naturaleza que los humanos pueden apreciar si se desplazan por la carretera que va de Málaga, pasando por Cerritos, ambos municipios de Santander, hasta Cúcuta, pasando por el corregimiento de Chitagá (Norte de Santander). Precisamente los deslumbrantes paisajes que ofrece la ingeniería natural en el páramo El Almorzadero a la vista humana, que definitivamente serán destruidos por la explotación minera, son jurisdicción de los municipios de Cerritos y Chitagá.

Según una información de la ONG ambientalista Censat Agua Viva, conocida el pasado 29 de septiembre, el proyecto minero quiere extraer de las entrañas del páramo el carbón que está cumpliendo con la función de purificar el agua utilizada por los campesinos y los habitantes de la provincia de García Rovira en Santander, para desarrollar sus actividades agropecuarias, la cual será irremediablemente contaminada por la empresa minera desconociendo de paso todas las voces que se oponen y han hecho resistencia al modelo extractivista e insostenible.

“Esta concesión otorgada a 29 años es un atropello a la lucha que por más de 20 años ha venido dando la comunidad de este territorio con vocación agropecuaria y de economía campesina”, advierte la ONG.

Riqueza hídrica

En los mantos de carbón del páramo nacen quebradas, ríos y al menos 31 lagunas que alimentan las cuencas del río Servitá, cuyas aguas van a desembocar al río Chicamocha, afluente del Magdalena; y a los ríos Colorado, Taveta y Chachabrí, afluentes del río Arauca, en la Orinoquia. En este hermoso páramo también nacen entre otras las quebradas Susalí, Pescadito, El Fraile, Tierra Negra y Agua Sucia, las cuales surten del precioso líquido a todos los acueductos rurales y urbanos de la región, especialmente de los municipios El Cerrito y Chitagá.

Actualmente hay más de 70 concesiones acuíferas otorgadas a la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS).

“En los casi 20 años de resistencia de la comunidad a proyectos mineros y luego de la amarga experiencia vivida con una empresa en los años 90, la minería se ha convertido para los habitantes de esta región en una amenaza no sólo ambiental, por los graves impactos al medio ambiente, sino en una tragedia social, económica y cultural, que conduce al desplazamiento y a la pérdida de identidad de las comunidades locales”.

“Son muchas las experiencias conocidas y muchas las jornadas de sensibilización que los mismos campesinos han dado para defender su territorio y reconocer que la minería es sinónimo de pobreza, corrupción y deterioro del tejido social”, dice Censat.

En septiembre del año pasado, Ingeominas expresó públicamente ante la comunidad nacional e internacional su decisión de suspender toda licitación para la explotación minera en el páramo El Almorzadero, dándole reconocimiento a éste como un “área de especial protección”. Sin embargo, un año después le entrega en concesión este pulmón de la región nororiental colombiana a la empresa Continental de Carbones de manera sorpresiva.

Foro por la defensa del páramo

Las comunidades, las diferentes organizaciones sociales y ambientalistas, le solicitaron al gobernador de Santander, Horacio Serpa, el respeto y el respaldo a las comunidades. En la pasada Cuarta Cumbre Ecológica de los Pueblos, realizada en Cerritos en abril de 2008, Serpa se había comprometido ante unos 400 campesinos y múltiples organizaciones sociales a respaldar el proceso de resistencia contra la explotación minera en el páramo El Almorzadero.

También le solicitaron al Ministerio del Medio Ambiente, a Corponor, Corporinoquia y a la CAS, instituciones con incidencia en el páramo El Almorzadero, para que se pronuncien y tomen las respectivas medidas para la protección, “más aun cuando el planeta pasa por problemas ambientales tan graves como el cambio climático”.

Finalmente hicieron invitación a todas las comunidades y organizaciones campesinas, ambientalistas, líderes sociales, sindicales, juveniles, estudiantiles y en general a la comunidad nacional e internacional, a que se integren a la lucha por la defensa del territorio y se hagan partícipes del Primer Foro Regional en Defensa del Páramo El Almorzadero, el cual se desarrollará el 31 de octubre próximo en el corregimiento de Chitagá (Norte de Santander).