Desarrollo rural
En Putumayo avanza la sustitución gracias a la reforma agraria
En ocho municipios, 626 familias campesinas le apuestan al cacao como alternativa a las economías ilegales. La ADR lidera un proyecto de 82.886 millones de pesos.
/ Miércoles 2 de octubre de 2024
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Un ambicioso proyecto para la producción, transformación y comercialización del cacao es la nueva apuesta de las comunidades del Medio y Bajo Putumayo. En ocho municipios de esta región, una alianza entre organizaciones sociales y el Gobierno nacional busca consolidar este fruto como su producto insignia y dejar atrás las economías vinculadas a la ilegalidad.
La Agencia de Desarrollo Rural (ADR) lidera esta iniciativa, en la que invertirá 27.871 millones de pesos. A ella, se han sumado otras entidades estatales, como la Agencia de Renovación del Territorio y la Gobernación Departamental del Putumayo, y a organizaciones no gubernamentales, como Ayuda en Acción, que con sus contrapartidas, elevaron la suma a 82.886 millones de pesos.
El proyecto beneficiará a 626 familias de 14 asociaciones en ocho municipios: Mocoa, Orito, Puerto Asís, Puerto Caicedo, Puerto Guzmán, San Miguel, Valle del Guamuez y Villagarzón, ubicados en el Medio y Bajo Putumayo, en la Amazonía colombiana.
La iniciativa consiste en la entrega de medios de producción, como prensas, descascarilladoras, laminadoras, atemperadoras, refinadoras, selladoras y neveras. También un proceso de acompañamiento y asistencia técnica para una óptima siembra, procesamiento y comercialización del cacao. Está previsto que estas familias produzcan derivados como chocolate de mesa, dulce de cacao, crema y chocolatinas, que serán comercializados por ellas mismas.
“Esta millonaria inversión de recursos, en una región que quiere dejar atrás su historia de violencia, significa otro paso decisivo para afianzar la transformación socioeconómica y la construcción de la paz territorial en el Putumayo”, explica la ADR sobre el proyecto.
Con la dotación de estos activos, se busca lograr la sostenibilidad de la economía campesina, familiar, étnica y comunitaria de la región, para consolidar la transformación de las antiguas dinámicas de ilegalidad que afectaron al departamento.
El proyecto se enmarca en la política de reforma agraria que impulsa el gobierno del presidente Gustavo Petro, que busca no sólo entregar tierras fértiles al campesinado sino también fortalecer la producción agropecuaria, promover la sustitución de cultivos de uso ilícito y avanzar hacia la soberanía alimentaria nacional.