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Piedad Córdoba en Palenque: Una visita diferente
Aiden Salgado Cassiani / Viernes 29 de enero de 2010
 

La visita de la Senadora Piedad Córdoba al Palenque de San Basilio, el día domingo 10 de enero de 2010, en horas de la noche, marcó varias pautas entre los visitantes y moradores. Una, fue la sorpresa de los palenqueros, quienes se levantaban con sorpresa de sus camas y hamacas, aún con el sueño habitando su rostro, y se dirigían a la plaza mayor a observar a una de las mujeres colombianas conocida con gran repercusión a nivel internacional, por su férrea y sabia oposición a las políticas del gobierno de Álvaro Uribe Vélez, conocida de igual forma por su incansable lucha a favor de las clases menos favorecidas, por su inagotable esfuerzo por la paz. Es ella hoy quien lidera un movimiento por el acuerdo humanitario, y quien -como resultado de su filantrópica labor- ha logrado traer a la libertad a más de siete personas que se encontraban en la selva de Colombia en manos de los guerrilleros de las FARC. Este trabajo por la paz en Colombia le valió la nominación al Nobel de Paz, postulación hecha por el argentino Adolfo Pérez Esquivel, quien recibió esta distinción en 1980.

El otro gran hecho es, que la visita como tal, es las más importante hecha al primer pueblo libre de América, Palenque de San Basilio. Este acompañamiento a nuestro pueblo es el que más enorgullecería a Benkos Bioho y a los cimarrones que lucharon por la libertad en contra de la corona española, en contra de la esclavización de las mujeres y los hombres africanos y sus descendientes.

El orgullo de Benkos

Para las y los cimarrones, la lucha que hoy encarna la senadora Piedad Córdoba, -en contra del establecimiento que nos discrimina, nos invisibiliza, nos empobrece y nos quiere tener en un estado de esclavitud moderna-, es similar, guardando la debida proporción, a la que libraron los esclavizados cimarrones siglos atrás, por todo ello cuando organizamos la visita al Palenque no le prestamos atención a la hora de llegada, tampoco si habría o no seguridad, mucho menos si en la reunión estarían los llamados líderes del pueblo, sabíamos que teníamos que ir a realizar una visita diferente a la que realiza la buena ministra de Cultura por encargo, Paula Moreno, también diferente a la que realizó el ex gobernador de Bolívar, Juaco Berrio (vinculado al caso DMG), y a la llevada a cabo por la actual precandidata presidencial Noemí Sanín. Pero, y ¿por qué esta fue diferente? Porque lo pudimos mirar en los rostros de los asistentes y como lo dijo la senadora Piedad “si la visita hubiera sido sólo por votos, hubiese llamado a los líderes y les daría el dinero que se invierte en la consecución de los votos”. Estas palabras deben ser muy bien interpretadas por las y los asistentes, por líderes y lideresas y por el pueblo en general, pues son una crítica directa a la forma tradicional de hacer política y de la cual hemos sido objeto los palenqueros.

Una enseñanza

Esperamos que las palabras dejadas por Piedad en Palenque sean el eco en el anhelo del pasado de nuestros cimarrones y sea el cimiento para el pueblo y sus líderes, quienes deben comprender que el palenque, no es sólo un lugar para ir a comprar votos o ir de rumba o un lugar para presentar a nivel mundial como el pueblo con mayor riqueza cultural de la diáspora africana, es hora de traer a la memoria la enseñanza de Benkos, es el momento para que los líderes y lideresas como los que acompañaron a la senadora, encabezados por Carlos Arturo Cassiani Casseres presidente del actual Consejo Comunitario de Palenque Makamkamana, coloquen los espacios de toma de decisión al servicio del pueblo de Palenque de San Basilio, es la hora de sacar de nuestras entrañas ese cimarrón, es hora que al momento de votar por alguien no sólo importa que sea cimarrón, eso es únicamente una parte, es hora de la organización del pueblo para la toma del poder y cambiar las condiciones de vida de los Palenqueros, liderazgos como el de Piedad Córdoba son importantes en este momento político. Es hora de que entre tod@s luchemos por cambiar las condiciones de vida, para bien del pueblo afrocolombiano y en general de todos los colombianos.

Desde el Palenque un cimarrón todavía.