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Así se vivió encuentro kankuamo en Bogotá
Entre danza, música de chicote y gaita de la sierra, viuda de pescao... se realizó el lanzamiento del encuentro cultural de la Sierra Nevada
Daniel Maestre Villazón / Miércoles 30 de mayo de 2007
 

"A pesar que en muchos momentos el cielo se oscureció, amenazándonos con un aguacero, el baile y la música alegraron el corazón de la Madre y por esa alegría que sentía al ver a sus hijos bailando y pagándole a través de la música y la danza, la lluvia solo nos acarició".

El pasado domingo en familia fueron llegando kankuamos, arhuacos, wayuus, wiwas, tikunas, ingas, nasas, sirianos, muiscas… y amigos que decidieron compartir en la localidad de La Candelaria de la fría capital, el aire de la Sierra Nevada. El motivo del reencuentro, el lanzamiento del Encuentro Cultural de la Sierra Nevada que contagiará a propios y visitantes del 7 al 10 en Atánquez, municipio de Valledupar, departamento del Cesar – Sierra Nevada.

Fueron muchos días preparando todo, tejiendo cada puntada de la mochila multicolor que queríamos sacar como producto, poporeando, tejiendo cada palabra y cada intención. La palabra fue cogiendo sabor y forma; al compás del chicote ancestral y el contagio del ritmo de la gaita serrana, interpretadas por cultores de la música de Atánquez y de un puñado de kankuamos que en Bogotá están en el aprendizaje, hicieron que propios y visitantes con el danzar de la "mano y la ronda" se confundieran en un sentimiento. Los niños de los líderes kankuamos desplazados vestidos con el atuendo tradicional danzaron, bailaron, contagiando a otros kankuamitos y adultos a jugar el "manda la hora", "la yuca", "el gato y el ratón"…

Las penas poco a poco se fueron desdibujando, el dolor a tierra se fue diluyendo…la nostalgia nos embriagó con el olor a culantro, cebollín, malanga, ñame, arracacha, auyama, la comida de mi vieja, … el bocachico completó el goce, la viuda de pescao estaba hirviendo, como los corazones y el ensueño de pisar la tierra amada… al final cuando el efecto del chirrinche aquinao estaba pidiendo más, llegó la noche, y con ella el frío, que nos hizo despertar… fue un sueño vivido, fue la cuota inicial de lo que será el Encuentro Cultural de la Sierra Nevada, en la capital del resguardo kankuamo, Atánquez.

"Fue emocionante oír la nostalgia de los carrizos, cada nota era un recuerdo, cada verso nos trae a la mente y al corazón el rostro de un amigo o familiar desaparecido, pero también a quienes resisten en el territorio y a quienes debemos abrazar pronto", con este sentimiento partieron uno a uno, planeando más reencuentros y dispuestos a pedir prestado la platica, para pagar con las primas, o para no pagar nunca, para llegar desde el miércoles 6, "para despertar bajo el toque de los tambores de los diablos, kukambas, negros y negritas, en la fiesta al sol, el hoy Corpus Christi".

Para juntos concretar los objetivos, de estimular la valoración, el reconocimiento y el respeto del patrimonio cultural de la Sierra Nevada y la diversidad cultural del país; posibilitar espacios para el intercambio, la integración y la participación que coadyuven el fortalecimiento de la unidad política y cultural, la recuperación sociocultural de los pueblos indígenas y fortalecer el proceso de reconstrucción cultural del pueblo indígena kankuamo, en la perspectiva de la recuperación del tejido social y de espacios de convivencia.

La cita es entonces, del 7 al 10 de junio, en Atánquez, en el Encuentro Cultural de la Sierra Nevada, convocada por la Organización Indígena Kankuama y la ONIC. "¡Todos los caminos conducen a Atánquez!"