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Neruda fue asesinado
Agencia Prensa Rural / Jueves 12 de mayo de 2011
 

Las demás versiones sobre su muerte coinciden en que el cáncer de próstata acabó con su vida.

Manuel Araya, el chofer de Pablo Neruda, ya lo había revelado antes sin mucho éxito en la difusión. Hoy insiste en que el Nobel de Literatura chileno fue asesinado en la clínica Santa María en Santiago de Chile, lugar donde estaba internado, mientras esperaba salir del país con destino a México con el objetivo de exiliarse.

Según relata Araya a la revista Proceso de México, tanto él como el escritor y su mujer, Matilde Urrutia, habían viajado desde la casa de Isla Negra a la capital chilena vía terrestre, en medio de intensas requisas de los militares, que se habían tomado el poder el 11 de septiembre de 1973.

"En Melipilla fue el control más maldito. Los militares lo bajaron de la ambulancia y le registraron el cuerpo y la ropa. Decían que buscaban armas. Él pedía clemencia, decía que era un poeta, un premio Nobel, que había dado todo por su país y que merecía respeto. Para ablandar sus corazones les decía que iba muy enfermo, pero las humillaciones continuaban. En un momento lloramos los tres tomados de la mano porque creíamos que así iba a ser nuestro fin", afirma el asistente.

Araya recuerda que el día de su muerte, el poeta les había pedido a él y a Matilde Urrutia que volvieran a Isla Negra por sus pertenencias más preciadas, entre las cuales se encontraban sus memorias inconclusas: "creo que eran Confieso que he Vivido", comenta. Al parecer, ya era un hecho que el avión de la embajada mexicana que los ayudaría al traslado, llegaría en las próximas horas.

Pero los hizo devolver a Santiago la llamada urgente del mismo escritor, avisándoles que un doctor había entrado a su habitación mientras dormía y le había puesto una inyección en el estómago.

El asistente afirma que desde el ingreso a la clínica, el 19 de abril, Neruda tomaba medicamentos pero nunca había sido inyectado. "Cuando llegamos a la clínica, Neruda estaba muy afiebrado y rojizo. Dijo que lo habían pinchado en la guata (el estómago) y que ignoraba lo que le habían inyectado. Entonces le vemos la guata y tenía un manchón rojo", asegura Araya.

Neruda murió ese día, 23 de septiembre de 1973, a las diez de la noche en su habitación -la número 406- de la clínica Santa María en Santiago de Chile.

Manuel Araya, asistente del poeta desde noviembre de 1972 hasta el día de su muerte, argumenta que con esta declaración intenta que se haga justicia antes de morir.

Según su versión, él le había pedido a la viuda del escritor aclarar su muerte, de la cual ambos fueron testigos. Matilde Urrutia le habría respondido que le quitarían todos los bienes en caso de iniciar un juicio.

Sus esfuerzos no terminaron allí. Acudió también a la Fundación Pablo Neruda para entregarle a su director un relato sobre los últimos días de Neruda pero "ni siquiera han dado a conocer", afirma.

El hombre que pretende cambiar las versiones hasta ahora conocidas de la muerte del escritor chileno, estuvo con él en momentos cruciales como el 13 de septiembre, un día después del golpe de Estado, cuando los militares allanaron la casa de Isla Negra.

"Entraban por todos lados: por la playa, por los costados (...) Salí al patio para preguntar qué querían. Hablé con el oficial que daba las órdenes. Me dijo que abriera todas las puertas. Mientras revisaban, destruían y robaban, los militares preguntaban si había armamento, si teníamos gente escondida adentro, si ocultábamos a líderes del Partido Comunista (...) Pero no encontraron nada. Se fueron callados. No pidieron ni perdón. Se sentían dueños y señores del sistema. Tenían el poder en las manos", relata.

Añade que en los días siguientes la marina puso un buque de guerra frente a la casa del poeta. Neruda le decía que los iban a matar, y él "para darle valor" respondía: "Si nos tenemos que morir, yo voy a morir en la ventana primero que usted".

En medio de la tensa situación del país, un día de septiembre, concluyeron que lo mejor sería salir del país, decisión que nunca se hizo realidad.

* con información de El Tiempo y La segunda