Las víctimas de las escuchas ilegales en Colombia le hicieron un llamado a su exjefa de inteligencia María del Pilar Hurtado, asilada en Panamá desde noviembre pasado, para que regrese a su país y confiese quién se benefició con las tareas de espionaje.

“Nosotros tenemos claro que los delitos que usted cometió, doctora María del Pilar, no eran en beneficio suyo, eran en beneficio de su jefe directo. Usted está a tiempo de decir la verdad, de confesar y de regresar a Colombia. Su familia, el país, se lo va a agradecer, usted está a tiempo... No puede seguir llevándose el agua sucia de unas faltas y una presión que ejercieron contra usted”, dijo en nombre de los perjudicados el periodista Hollman Morris, a quien el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) le violó sus comunicaciones.

Hurtado, quien fue una de las personas que dirigió el DAS en el mandato de Álvaro Uribe, fue acusada el pasado miércoles de concierto para delinquir agravado, violación ilícita de comunicaciones, abuso de función pública, peculado por apropiación y falsedad ideológica en documento público, luego de ser hallada responsable de violar comunicaciones a políticos, magistrados de la Corte y periodistas. Además, la Fiscalía General de la Nación de Colombia pidió medida de aseguramiento en su contra.

SOBRE MORRIS

Es un reconocido periodista colombiano que ha ganado premios internacionales por sus reveladoras investigaciones emitidas en el programa de televisión Contravía, un espacio donde ha denunciado violaciones a los derechos humanos, los vínculos entre paramilitares y políticos de su país y la cara oculta del conflicto que ha librado Colombia por casi cinco décadas.

Su estilo crítico y de denuncia lo ha hecho objeto de amenazas de muerte, a tal punto que hoy está incluido en el programa de protección de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En una ocasión, Uribe lo tildó públicamente de “ser permisivo y cómplice del terrorismo”.

La petición de Morris surge luego de que el presidente, Ricardo Martinelli, dijera que Hurtado se queda en Panamá, en momentos en que la justicia de su país la requiere.

“Ella tiene asilo territorial y eso lo vamos a mantener”, señaló el mandatario panameño.

En tanto, ayer, Vladimir Franco, director de Asuntos Jurídicos y Tratados de la Cancillería, desestimó ¿ versiones difundidas de que una negación de Panamá a una solicitud de extradición de Hurtado signifique el rompimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países.

El próximo martes, un juez penal de Bogotá debe decidir si acepta la petición de la fiscal general de Colombia, Viviane Morales, de detener a Hurtado.

(Con información de Irene Hernández).