En Barrancabermeja, Santander no todos pueden pagar los altos costos de vida como los arriendos y la comida ya que muchos no viven de la industria petrolera. Algunos son desplazados, otros son desempleados y muchos son trabajadores del rebusque o asalariados que no les alcanza lo que reciben para vivir.

Estas son algunas de las razones por las cuales 28 familias de Barrancabermeja se han tomado unos terrenos, al sur oriente de la ciudad en una de las comunas populares, la Comuna Siete. Zona que creció por las invasiones y que hoy el alcalde Carlos Contreras, en lugar de buscar el diálogo y propender por buscar soluciones para las comunidades menos favorecidas, por el contrario recurre a la violencia llevándoles al Escuadrón Móvil Anti Disturbios (ESMAD), con presencia de la Secretaría de Espacio y Ornato Público, para desalojarlos por la fuerza.

En medio del intento de desalojo las comunidades se interpusieron como barreras humanas entre sus ranchos de madera y plástico y el ESMAD, escuadrón que reaccionó violentamente iniciando descargas de gases contras las comunidades, disparando a los pies y piernas de las personas ocasionándoles lesiones a quienes allí se encontraban pacíficamente defendiendo lo que consideran sus hogares.

Esta comunidad organizada para exigir su derecho a la vivienda, le solicita a la administración municipal buscar mediante el dialogo y la concertación solucionar el problema de vivienda en vez de agredirlos y desalojarlos.
Algunas organizaciones sociales acompañaron a las comunidades y llegaron al lugar de la confrontación como la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos CREDHOS, la Asociación Regional De Víctimas de Crímenes de Estado del Magdalena Medio, ASORVIMM, el Espacio de Trabajadores de Derechos Humanos, y la Agencia Prensa Rural.

Luego del acompañamiento y diálogo con las organizaciones se acordó gestionar una reunión con la administración municipal para llegar a acuerdos que conlleven a la solución de las necesidades de vivienda de esta comunidad.