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Indígenas, campesinos y afrodescendientes del nordeste antioqueño proponen hablar de paz en Colombia
Documental Amarillo / Viernes 29 de julio de 2011
 

La región del Nordeste Antioqueño se extiende a lo largo de la vertiente oriental de la Cordillera Central, y está conformada por los municipios de Amalfi, Anorí, Cisneros, Remedios, San Roque, Santo Domingo, Segovia, Vegachí, Yalí, Yolombó y Santiago; y hace parte, a su vez, de la región del Magdalena Medio colombiano, donde convergen los puntos cardinales que surcan la geografía nacional, y cuyas delimitaciones son marcadas por el río Magdalena que atraviesa, además, a los departamentos de Caldas, Cundinamarca, Boyacá, Santander, el Sur de Bolívar y el Sur del Cesar.
Por la fertilidad de sus suelos, la alta producción ganadera, y especialmente su riqueza minera -centrada en significativas reservas oro-, los intereses económicos en el Nordeste Antioqueño son factores que desencadenan una serie de conflictos, más aún cuando se ponen en práctica una serie de discursos de desarrollo a favor de una economía altamente extractiva y cuyo lucro se concentra en unos pocos, que excluyen a la mayoría de la población y van en detrimento de la conservación del medio ambiente.

“En estas tierras hemos sido muy vulnerados, primeramente por el Ejército que golpeó muy fuerte en estas regiones y en algunos momentos nos decían que nosotros qué cuidábamos, que nosotros no teníamos nada ahí, que esas tierras no eran de nosotros, entonces nosotros lo que le respondíamos era que si esas tierras no eran de nosotros, mucho menos iban a ser de ellos, pues ahí nacimos y nos pusimos viejos y eran unas herencias de nuestros abuelitos y que era la única herencia que nos habían dejado los antiguos para trabajar la tierra”, afirma don Oscar Macías, líder campesino de la Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño (Cahucopana), una de las organizadoras del Encuentro de Comunidades Campesinas, Afrodescendientes e Indígenas por la Tierra y la Paz en Colombia.

En la región es muy conocida la frase “vende usted o vende la viuda”, expresión que da cuenta de la forma en que se ha expandido el latifundio en las últimas décadas. “Las multinacionales tienen mucho interés en estas tierras -declara don Oscar Macías-. Uno no conoce muy bien a fondo pero dicen que están interesados los canadienses, Quedada, y otras multinacionales. Bueno, eso es lo que le dicen a uno porque uno no está muy empapado como campesino, pero sí hemos visto los intereses de nuestras tierras porque resulta que nuestras tierras han sido muy ricas, no solamente de oro, sino que tiene mina de aluvión, mina de oro corrido, según nos han dicho en estudios tiene uranio, tiene petróleo, tiene bosques, tiene aguas, chorros muy hermosos. Entonces desde hace mucho tiempo eso es lo que han querido. Nosotros decimos que de pronto las represiones y las amenazas y los muertos que fueron en el Nordeste Antioqueño, fue con la intención de que necesitaban el nordeste sin ningún campesino para que entraran las multinacionales y todas esas empresas canadienses para explotar nuestras riquezas."

"Por todo eso, desde hace 7 años venimos denunciando lo que se dio en el Nordeste Antioqueño, como fue el bloqueo económico y sanitario: aquí nadie podía entrar unas botas, nadie podía entrar un plástico, nadie podía entrar una droga, por eso se moría la persona, y por eso mataron a muchos campesinos y campesinas del Nordeste Antioqueño. Entonces nosotros venimos denunciando permanentemente, hombro a hombro, con todas las organizaciones que nos vienen apoyando tanto nacionales como internacionales, para que el mundo conozca qué ha sido del Nordeste Antioqueño y ¿debido a qué? Uno dice que es debido a las riquezas de esta región por lo que esta violencia se ha generado en el Nordeste."

"A otras organizaciones campesinas les decimos: para defender el territorio nosotros proponemos primero, que la gente debe organizarse, en las Juntas de Acción Comunal o en los comités de defensores, porque en este tiempo todo el pueblo colombiano, yo creo, tenemos que volvernos defensores, no sólo en el nordeste, sino en toda Colombia porque ya se dio una cosa que uno nunca esperaba. Históricamente los abuelitos nos decían que no nos iba a tocar esa vida de violencia y uno que no se creía eso, que no era cierto y lo hemos vivido en la historia, entonces para nosotros permanentemente es nuestro anhelo conseguir la paz algún día y el respeto a la vida, el respeto a las tierras y a todos nuestros bienes, es lo que hemos querido con todos los pueblos, con todas las organizaciones y toda la comunidad, por eso las invitamos, las sacamos, estamos con ellas para que entre todos logremos algún día este anhelo”.

Ha sido en ese profundo deseo de construir la paz con justicia social, en el empeño de las comunidades campesinas, indígenas y negras por resistir a los señalamientos, las amenazas y destierros, las torturas, muertes y desapariciones, en donde se ha originado el esfuerzo que hoy vuelven a hacer las organizaciones que convocan al Encuentro de Comunidades Campesinas, Afrodescendientes e Indígenas por la Tierra y la Paz en Colombia, y que el pasado 21 de junio fue lanzado en el municipio de Remedios, Antioquia, con el interés de que las comunidades que lo habitan también se sumen al debate sobre la paz en el país.

El Encuentro se desarrollará entre el 12 y el 15 de agosto en Barrancabermeja, donde es importante hacerlo, según don Oscar, por la importancia que cobra hablar de la tierra en una zona que ha sido sometida al despojo, el exterminio y la explotación deliberada. “Frente a la tenencia de la tierra, la mayor parte de los campesinos no tenemos los títulos de propiedad, solamente nacimos y cogimos las herencias que nos dejaron nuestros abuelitos, nos dejaron algunas parcelitas y algunos las fueron adquiriendo con sus familiares y otros la abrieron ellos; pero en este momento las tierras que tenemos son ilegales y por eso es la pelea que estamos teniendo organizativamente, políticamente y jurídicamente, para ver si algún día podemos decir que sí son propias nuestras tierras y comprobarles con algún documento que sí tenemos tenencia de ellas”.

Lo que se viene es, entonces, un inmensurable esfuerzo para lograr que la construcción de la paz en Colombia responda a las necesidades de las comunidades cuya historia ha sido marcada por la marginación.

Las comunidades campesinas del Nordeste Antioqueño invitan a todos los colombianos a participar del Encuentro Nacional por la Tierra y la Paz de Colombia, y sobre todo a proponer el diálogo como ruta para la construcción de paz.