Corporación Acción Humanitaria por la Convivencia y la Paz del Nordeste Antioqueño
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23 años en búsqueda de justicia, verdad y reparación: Masacre de Segovia
Cahucopana / Viernes 11 de noviembre de 2011
 

Las diversas voces que piden que se esclarezcan los hechos ocurridos el 11 de noviembre de 1988 en el municipio de Segovia, donde fueron asesinadas 43 personas y más de un centenar resultaron heridos a manos de paramilitares, persisten en la búsqueda de verdad, justicia y reparación integral sin ver verdaderos resultados de avance en las investigaciones.

Una de las masacres emblemáticas que sacudió el país y dio inicio a la arremetida paramilitar fue en contra de los pobladores segovianos quienes veían en la Unión Patriótica la salida política y democrática a los problemas que venían sufriendo a nivel nacional, departamental y municipal.

Esta región rica por naturaleza y con una ubicación estratégica en el territorio nacional siempre ha sido vista por empresas multinacionales y los grandes poderíos como fuente de enriquecimiento sin tener en cuenta las comunidades que allí habitan, quienes en su mayoría trabajan las minas como obreros, dejando la riqueza en manos extranjeras sobrellevando una carga de desigualdades sociales, económicas y culturales que a través de los años no ha cambiado en lo mas mínimo.

Todos estos hechos llevaron a que este como otros municipios circunvecinos sufriera el abandono estatal y de los partidos tradicionales al que los tenían sometidos, dando paso a la influencia de partidos de izquierda y grupos insurgentes. No era entonces difícil que para los comicios electorales de 1988 la Unión Patriótica obtuviera el apoyo de la población como ocurrió en Apartadó, Mutatá, Yondó y Remedios. Siendo este el momento propicio para que grupos paramilitares conformados al mando de los Castaño crearan el movimiento denominado Muerte a Revolucionarios del Nordeste (MRN).

El día de los hechos la confusión se apodero de los habitantes, extrañamente no había presencia de los miembros del Batallón Bombona ni de las fuerzas policiales acantonadas en el puesto de policía ubicado al lado de la alcaldía municipal en el parque central. Una estela de muerte recorría el casco urbano los disparos, los gritos, el pánico y las suplicas remplazaron la música y algarabía del viernes. Más aun así, en el recorrido de muerte algunas personas sobrevivientes afirman a ver conocido algunos miembros del ejército y la policía coordinando las operaciones.

Las investigaciones posteriores llevadas a la masacre dieron como resultado la destitución de algunos oficiales por su participación en los hechos, varios indicios apuntaban a que Cesar Pérez García (representante a la cámara) era el determinador de esta masacre. En una carta distribuida en 1987 por el grupo paramilitar MRN apoyaba abiertamente al candidato liberal a las elecciones del municipio.
Otro de los indicios fue la declaración de uno de los autores materiales, Alonso de Jesús Baquero Agudelo alias “El Negro Vladimir” quien afirma que García pidió a Fidel Castaño que sacara a la UP de Segovia. Éste mismo también permitió develar la participación de la fuerza pública, confesó sobre el lugar especifico en donde se planeó la masacre y algunos de los participantes, entre ellos comandantes de las guarniciones militares, de la oficina de inteligencia B2, el teniente del Batallón Bombona, directivos de la empresa Frontino Gold Mines y el comandante de policía en Segovia.

En el año 1994 la Fiscalía General de la Nación acusó a Pérez García de participar en la masacre y libró orden de captura haciéndose efectiva el 8 de agosto de 1995 pasados 15 días y sin haberse presentado los cargos queda en libertad.

El 22 de julio de 2010, la Corte ordenó la captura de Pérez García por su presunta participación en la matanza.

Veintidós años después de la masacre la Corte Suprema de Justicia inicia las indagaciones para dar con los responsables, sus principales fuentes paramilitares extraditadas a cárceles de Estados Unidos, es por ello que la Sala de Casación Penal niega las prácticas solicitadas por el defensor del ex congresista y el 14 de marzo de 2011 lo llama a juicio.

Las organizaciones sociales, campesinas y defensoras de derechos humanos entre ellas la Corporación Cahucopana el 10,11 y 12 de noviembre de 2010, en la jornada DESANDANDO LA MUERTE SEMBRANDO MEMORIA VIVA conmemoró los 22 años de la masacre de Segovia, con la participación de más de 1000 personas, donde se generó un espacio de reflexión y la sensibilización de sus derechos como víctimas y la importancia de exigibilidad de garantías de no repetición. Este llamado no llego hasta allí seguimos día a día luchando y trabajando porque este país sea menos inequitativo, más justo y digno, donde podamos vivir en un entorno de paz con justicia social y el clamor de las víctimas y familiares sean escuchados y no queden en la impunidad.