Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra
:: Magdalena Medio, Colombia ::
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Comunicado a la opinión pública
En el Magdalena Medio, la comunidad de Santo Domingo decidió retornar a su tierra
 

En una clara muestra de resistencia y de amor por su tierra, alrededor de 150 campesinos entre mujeres, hombres y niños de la vereda Santo Domingo, municipio de Cantagallo, han decidido regresar a su tierra, 40 de ellos al caserío y los otros a sus fincas ubicadas en la vereda.

Desde mayo de 2005 el Ejército Nacional se instaló en los alrededores del caserío de Santo Domingo y se mantuvo allí hasta febrero de 2006, luego de que la comunidad por temor se viera obligada a abandonar sus casas. Durante este tiempo, los soldados hicieron constantes pronunciamientos sobre la construcción de una base militar allí, con el propósito de generar temor ante los campesinos; así mismo, se presentaron combates y ametrallamientos en el caserío, se les restringió el paso a los campesinos por determinados caminos y se conocieron casos de torturas y detenciones arbitrarias por parte del ejército.

En vano fueron las reuniones organizadas por la comunidad y su junta de acción comunal en las que le exigía al ejército que se ubicara en otro lugar, pues al estar allí ponía en grave riesgo a la comunidad. Por el contrario, la situación fue empeorando para esta comunidad, pues el viernes 12 de noviembre de 2005, en una de las casa del caserío apareció una pareja asesinada con tiros de fusil. Este hecho conmocionó y atemorizó a los habitantes de Santo Domingo, quienes decidieron retirarse paulatinamente del caserío hacia fincas de amigos y vecinos de la región, para proteger sus vidas ante el innegable peligro que representaba la presencia del ejército en su caserío.

Al quedar el caserío solo, el 29 de diciembre, tras violentar las puertas, el ejército entró a las viviendas y saqueó la mayoría de ellas, llevándose utensilios domésticos, enseres personales, víveres, ropa, uniformes del equipo de fútbol de la comunidad, medicamentos y dañaron el microscopio con el que la comunidad hacia las pruebas de malaria. Además, aparecieron letreros en los que se decía “fuera sapos del ELN, FARC y AUC”.

Los habitantes de Santo Domingo hicieron las respectivas denuncias de estos hechos ante la Defensoría del Pueblo, la ONU y la mesa regional de Derechos Humanos. Con toda la presión que se empezó a ejercer desde las organizaciones sociales y al quedarse sin la comunidad a la que supuestamente iban a defender, el ejército decidió abandonar en febrero de 2006 el caserío. Pero antes de irse se apropiaron de 200 mercados donados por la Red de Solidaridad Social a los habitantes de Santo Domingo para enfrentar la situación de emergencia por la que atravesaban.

A pesar de todo lo anterior, la comunidad de Santo Domingo, desde el mes de junio de 2006 ha empezado a retornar a su caserío, dando muestra de su amor por el territorio y su deseo de seguir resistiendo. Por ello, han decidido constituirse en un asentamiento humanitario, en el que ningún actor armado legal o ilegal se instale allí, como ya sucedió en el pasado.

Llamamos

• A la comunidad internacional a hacer seguimiento de los hechos denunciados e interceder por la comunidad de la región del valle del río Cimitarra, ante el gobierno colombiano para que se respete la vida y los derechos humanos de todos sus habitantes.

• A la Oficina de Naciones Unidas, instar al gobierno nacional a implementar las medidas y recomendaciones en materia de derechos humanos y derecho internacional humanitario.

Exigimos

• A los organismos de control del estado: Procuraduría, Personería, Defensoría, iniciar las investigaciones pertinentes.

Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra

Comités veredales de derechos humanos

Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos