Rusia y China ejercieron la víspera en el Consejo de Seguridad de la ONU su derecho a veto sobre la resolución contra Siria por considerar que este documento no reflejaba adecuadamente la realidad del país árabe.
"El proyecto de resolución presentado a votación no reflejaba adecuadamentela realidad existente en Siria y enviaba un mensaje desequilibrado a las partes sirias", explicó el embajador de Rusia ante las Naciones Unidas, Vitali Churkin, tras la votación.

Según el diplomático ruso, los autores de la resolución no incluyeron en el texto la observación propuesta por Moscú de que "la oposición siria debe desmarcarse de los grupos extremistas que perpetran actos de violencia".
Además, la iniciativa de la Liga Árabe, en la que se basó el último borrador, fue presentada hace un mes y desde entonces la situación en Siria ha cambiado, afirmó Churkin.

Por su parte, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, subrayó en declaraciones a la televisión nacional que el proyecto de resolución, que fue propuesto por Marruecos, peca de parcialidad.

"El primero de los problemas es su absoluta parcialidad y rechazo a condenar la violencia de los grupos armados que intimidan a la población civil, intentan provocar una crisis en el sector de servicios, impiden el funcionamiento de entidades sociales y se dedican, entre otras cosas, al robo y pillaje", señaló.
El segundo problema, según Lavrov, es que el texto bloqueado exigía la renuncia del presidente sirio, Bashar Asad.

"Hemos reiterado en numerosas ocasiones que no defendemos a Asad, sino el derecho internacional. La prerrogativa del Consejo de Seguridad de la ONU no implica interferir en procesos internos", explicó Lavrov.

El embajador de China ante la ONU, Li Baodong, declaró que su país comparte la postura de Rusia, aunque, al igual que Moscú, confía en que la comunidad internacional continúe su esfuerzo para poner fin a la crisis siria.

Se trata de la segunda vez que Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, usan su derecho a veto para bloquear una resolución sobre Siria, país donde en diez meses de violentos enfrentamientos han muerto, según la ONU, más de 5.000 personas.