Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Primer Foro minero-energético permanente: Capítulo Guamocó
Los días 20 y 21 de abril de 2012, en el Municipio El Bagre, Antioquia
Agencia Prensa Rural / Viernes 13 de abril de 2012
 

Colombia se encuentra en los primeros puestos a nivel mundial en lo correspondiente a biodiversidad y riqueza en bienes ambientales, por esta razón, se ha convertido en uno de los países de mayor interés por parte de empresas transnacionales que se dedican a la explotación de minerales, de la biodiversidad y generación de energía. Esto no es nuevo, desde finales del siglo pasado se venían desarrollando una serie de políticas y apuestas gubernamentales para poner al servicio de extranjeros nuestro territorio, en detrimento y menoscabo de la soberanía nacional y de los sectores sociales y populares.

Un punto paradigmático de estas políticas lo constituyó la reforma al Código de Minas del año 2001, que pone en marcha toda una estrategia de venta, desplazamiento y expropiación de los recursos naturales y en general de todo el territorio colombiano, hoy cedido en su mayoría a dichas empresas y otro tanto destinado a mega proyectos de monocultivos, hidroeléctricas, mega carreteras, entre otros.

En esta misma línea, bajo el Gobierno de Juan Manuel Santos, se plantean las llamadas “locomotoras para el crecimiento y la generación de empleo”, dentro de las que se encuentran las locomotoras “agropecuaria y desarrollo rural” y “desarrollo minero y expansión energética”, las que buscan la consolidación de la inversión extranjera y la reprimarización del campo, así mismo, consolidar la guerra y militarización de la vida rural, para garantizar que Colombia sea destino de los inversionistas.

La explotación minero-energética considerada la principal apuesta económica del gobierno Santos, está planteada desde un discurso de seguridad y desarrollo que poco o nada incluye a las comunidades que habitan los territorios rurales donde dicha explotación sería efectuada. Es por eso que proponemos una articulación de organizaciones sociales, gremiales, comunitarias, sectoriales y demás, donde tengan una nutrida presencia los procesos asociativos de mineros artesanales, campesinos, indígenas, afrodescendientes y todos aquellos que se vean afectados directa o indirectamente por los procesos de extracción proyectados y en curso.