Para estos días presenciamos un momento importante para la Universidad del Cauca, el cambio de rector. Creímos imposible que llegase a suceder después de tener a Danilo Reinaldo Vivas tantos años en este ejercicio, era por obvias razones un atropello contra la democracia universitaria.
Sin embargo nuevamente la decisión es tomada entre pocos, el consejo superior, conformado por nueve personas, Ministerio de Educación, Presidencia de la República, Gobernación del cauca, sector productivo, un exrector, un exalumno, uno de las directivas académicas, un profesor y un estudiante; de las cuales solo los tres últimos son parte activa de la misma, el resto claramente representan intereses externos a la universidad.
Es tal el descaro de esta administración, que quiere mostrar la designación del rector como un proceso democrático, socializando las propuestas de los aspirantes en foros, la prensa, publicaciones web y toda una plataforma publicitaria dedicada para ello.

Con todo esto, debe quedarnos claro, que no es la elección por parte de la comunidad universitaria, es la designación antidemocrática del consejo superior, por tanto la socialización de las propuestas de los candidatos en términos reales y concretos no involucra una participación activa de la comunidad universitaria.

He ahí la importancia de avanzar en la construcción de una propuesta de democracia real, que recoja las distintas visiones y practicas de la comunidad universitaria.

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