Asociación Campesina del Catatumbo
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Cumpliendo con sus amenazas
Ejército Nacional ejecuta a campesino en la vereda La Cristalina (Teorama, Norte de Santander)
Asociación Campesina del Catatumbo - Ascamcat / Lunes 5 de noviembre de 2007
 
General Paulino Coronado, comandante de la 30a. Brigada con sede en Norte de Santander.

Parece que ha llegado el momento de materializar las amenazas de las que fueron víctimas los pobladores de la vereda La Cristalina del corregimiento del Aserrío en el municipio de Teorama (Norte de Santander). El sábado 13 de octubre de 2007, tropas del Ejército Nacional adscritas a la 30a. Brigada, específicamente la Brigada Móvil No. 15, señalaron a los pobladores de esta vereda como milicianos y los responsabilizaron de la muerte del capitán Segura, ocurrida en una emboscada de los grupos insurgentes que hacen presencia en la zona.

En aquella oportunidad, la Asociación Campesina del Catatumbo denunció no sólo los señalamientos, sino también la zozobra en que se hallaba la comunidad, pues es usual que en la región se asesinen los campesinos y luego sean presentados como guerrilleros dados de baja en combate.

El domingo 4 de noviembre, a las 5:30 am, la amenaza se cumplió. Esta vez, tropas del Batallón No. 95 “Ricardo Díaz”, adscritas a la 30a. Brigada del Ejército Nacional, bajo el mando del mayor Herrán, ejecutaron al campesino Dioselí Ascanio Acosta, de 44 años de edad, identificado con C.C. 13.200.154 de Teorama, agricultor y padre de cinco menores de edad. El señor Dioselí se encontraba de cacería en su finca ubicada en la vereda La Cristalina, cuando fue sorprendido por las unidades militares que abrieron fuego y le ocasionaron la muerte.

Ante los disparos, la familia de Dioselí y la comunidad salieron en su búsqueda, hallando el cuerpo sin vida en poder de los militares, quienes manifestaron a los pobladores que era un guerrillero dado de baja en combates. Horas más tarde, cuando el helicóptero del ejército pretendía aterrizar para llevarse el cuerpo, la acción de la comunidad no permitió el levantamiento del cadáver por parte de los militares y fue el inspector de Policía del corregimiento de San Pablo quien realizó esta diligencia.

La comunidad de la vereda La Cristalina se encuentra preocupada porque temen que este tipo de acciones se sigan realizando por parte de las Fuerzas Militares. Sin embargo, hay que expresar que el miércoles 17 de octubre, en reunión pública sostenida por Ascamcat con las Fuerzas Militares, Defensoría Regional del Pueblo y Procuraduría Regional, el Ejército Nacional se responsabilizó de la situación de la comunidad de la vereda La Cristalina, denunciada en ese espacio por la Asociación.

Estos hechos no sólo constituyen una violación a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario, sino un flagrante incumplimiento al deber constitucional de protección y cuidado que tienen las fuerzas militares con los ciudadanos colombianos. Por ello responsabilizamos al mayor Herrán de las actuaciones de su tropa en la muerte de Dioselí Ascanio y de los eventuales hechos que puedan suceder con la comunidad de La Cristalina.