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Ejército y Policía allanaron ilegalmente la casa de la coordinadora de la Zona de Reserva Campesina de la Perla Amazónica
Agencia Prensa Rural / Domingo 29 de julio de 2012
 

Continúa emperorándose la crisis humanitaria en la Zona de Reserva Campesina (ZRC) de la Perla Amazónica: combates, bombardeos, ametrallamientos, erradicaciones forzadas de cultivos de coca, campos minados, allanamientos ilegales, señalamientos y hostigamientos permanentes contra la población civil hacen parte de una difícil situación humanitaria que tiene desplazadas a centenares de familias en 13 refugios temporales de la ZRC. La situación empeoró con la ola invernal que inundó la mayoría de veredas del bajo Putumayo.

El hecho más reciente y preocupante fue el allanamiento ilegal que militares y policiás realizaron a la vivienda de Jani Rita Silva, dirigente de la Asociación de Desarrollo Integral Sostenible Perla Amazónica (ADISPA) y coordinadora de la reactivación de la Zona de Reserva Campesina (ZRC) de la Perla Amazónica (Bajo Cuembí - Comandante).

Transcribimos la carta que Jani dirigió a la Defensoría Regional del Pueblo, a raíz de estos hechos.


Puerto Asís, julio 28 de 2012

Doctor
CARLOS MARTÍNEZ
DEFENSOR REGIONAL DEL PUEBLO

Ref. Solicitud de acompañamiento

Respetuoso saludo.

Por medio de este documento, yo JANI RITA SILVA, habitante de la Zona de Reserva Campesina (ZRC) Bajo Cuembí - Comandante del corregimiento Perla Amazónica en Puerto Asís, coordinadora de éste ante el Consejo Municipal de Desarrollo Rural (CMDR), así como representante legal de la Asociación de Desarrollo Integral Sostenible Perla Amazónica (ADISPA), organización que representa a la ZRC, solicito ante su despacho seguimiento y acompañamiento por las irregularidades cometidas por unidades de la fuerza pública en mi vereda Bajo Cuembí y vivienda, en hechos que detallo a continuación.

El día de ayer, viernes 27 de julio, hacia las 5:30 p.m. aterrizó un helicóptero militar en la cancha de futbol de la vereda Bajo Cuembí o Pedregosa, descargando 20 unidades militares aproximadamente y dos uniformados de la Policía Nacional, quienes ingresaron de inmediato a mi vivienda en donde funciona además una tienda y caseta.

Los uniformados se bajaron y corrieron hacia el interior de la vivienda, quienes entraron apuntando con las armas a una mujer que se encontraba con 4 menores, una menor ante esta situación soltó en llanto.
Uno de los policías, de tez blanca al entrar saludó y dijo que iban a hacer una requisa; mientras que otro, de tez morena, entró en actitud agresiva, diciendo cual era el miedo, que era lo que tenían en la casa, que escondían que les daba tanto miedo, luego ingresó a una de las habitaciones desde cuya ventana se ubica señal de celular, allí se encontraba otra mujer, madre gestante quien se disponía a informarme por celular de la situación, de inmediato este uniformado la gritó y de manera agresiva le quitó el celular diciéndole que a quien estaba llamando, a quien estaba informando, y gritándole le exigió que se saliera, obligándola a permanecer en el corredor de la vivienda custodiada por dos militares, en donde se encontraban arrinconadas la otra mujer también madre gestante junto con los cuatro menores.

Este militar revisó el celular e hizo intentos de marcar desde él, sin embargo no fue posible debido a que éste no tenía la carga suficiente para hacer una llamada.

Luego los dos policías en compañía de un militar se disponían a registrar la casa, cuando fueron abordados por el esposo de una de las mujeres presentes, diciéndoles que ellos no podían requisar la casa porque no estaban los dueños; éstos no hicieron caso, le decían que se saliera pero este no quiso, al final fue obligado a retirarse; los uniformados ingresaron a las habitaciones, a la tienda que tiene esta familia, y a unas cocheras, dejando toda la casa revolcada.

Como en esta casa había algunos mercados le estaban exigiendo facturas a una de las mujeres, quien les respondió que esos mercados los habían mandado para ayuda; luego le pidieron la factura.

Hacia las 6:10 p.m., me comuniqué con una de las personas que estaban en la vivienda para que me pasara al teléfono al policía a cargo; al éste pasar, me presenté con mi nombre y diciéndole que era la propietaria de la casa que estaban allanando, solicitándole además que se identificara, éste se negó a hacerlo diciéndome que si estuviera allá lo haría. Le reclamé por el allanamiento arbitrario, así como el que hayan entrado apuntando a mujeres y menores, igualmente le pregunté si tenían orden de allanamiento, el uniformado no respondió, igualmente le informé que esta situación ya se había notificado al ministerio, al CICR, ACNUR y organismos de derechos humanos, acto seguido el uniformado cortó la comunicación. Tampoco quiso identificarse ante los miembros de la comunidad presentes, ni se les pudo observar el apellido en el uniforme.
Es de anotar que esta vivienda por tener una caseta amplia, junto con la escuela y otra caseta de la comunidad, ante la intensidad del conflicto armado y la existencia de minas antipersona en la mayoría de las veredas de la ZRC, fueron declaradas como Refugio Temporal Humanitario y visibilizadas a los alrededores con banderas blancas, la bandera nacional y un letrero que dice ESPACIO TEMPORAL HUMANITARIO, invocando el principio de distinción con el objeto de salvaguardar nuestras vidas como población civil en medio del conflicto; esta medida fue tomada desde el año 2011 en acuerdo con todas las juntas de acción comunal del corregimiento, que consiste en visibilizar estos espacios cada vez que hayan situaciones de riesgo, estando al momento en el área del corregimiento 13 zonas de refugio temporal humanitario visibilizadas de la misma manera.

Hacia las 6:30 p.m. pobladores de la comunidad Bajo Cuembí se acercaron a uno de los uniformados reclamando el que hayan ingresado con armas a un espacio temporal humanitario protegido por el DIH, ante ello el uniformado respondió que no sabían que no podían ingresar al lugar con armas pues no vieron ningún símbolo que prohibiera el ingreso de armas; tampoco quisieron identificarse ante los pobladores, quienes tampoco observaron en sus uniformes los apellidos de éstos.

Igualmente informo que el día de ayer hacia las 10:00 a.m. se registraron combates y rafagueos desde un helicóptero militar en áreas cercanas a las viviendas de la vereda La Piña, después los uniformados rodearon el área ubicándose a los alrededores de la escuela y centro de salud de la comunidad, después empezaron a ingresar de manera arbitraria a las viviendas; ante ello, nuevamente las familias empezaron a desplazarse hacia el espacio para el refugio temporal humanitario ubicado en el sitio conocido como Bocana de La Piña, en la desembocadura de la quebrada La Piña sobre el río Cuembí.

Teniendo en cuenta estos hechos es que acudo a su despacho, solicitando el seguimiento y acompañamiento de la situación de derechos de las familias de la Zona de Reserva Campesina; y también con el fin de aclarar el caso y la protección integral del respeto a los derechos humanos de las personas de las comunidades que represento, de mi familia y en mi persona, puesto que las personas que estaban en la vivienda son personas vulnerables que están bajo la figura de refugio temporal humanitario buscando protección a sus vidas e integridad conforme al DIH.

Esperando respuesta,

JANI RITA SILVA
C.C. 41.102.501

Con copia:

ACNUR

CICR

PERSONERÍA MUNICIPAL