Agencia Prensa Rural
Mapa del sitio
Suscríbete a servicioprensarural

Colombia
Uribe vuelve a frenar el intercambio humanitario
César Jerez / Sábado 24 de noviembre de 2007
 

Fundador y redactor de la Agencia Prensa Rural. Geólogo de la Academia Estatal Azerbaijana de Petróleos (exURSS). En Bakú obtuvo una maestría en geología industrial de petróleo y gas. Es profesor y traductor de idioma ruso. Realizó estudios de gestión y planificacion del desarrollo urbano y regional en la Escuela Superior de Administración Pública -ESAP de Bogotá. Desde 1998 es miembro de la ACVC. Actualmente coordina el equipo nacional dinamizador de Anzorc. Investiga y escribe para diversos medios de comunicación alternativa.

Temas relacionados

En Caracas las calles están llenas de una sola palabra: “Sí”. Se acerca el 2 de diciembre y se estima que más de un 60% de los votantes refrendarán la reforma constitucional que garantizará la profundización de los cambios en Venezuela.

Caracas es una ciudad embotellada por cerros colmados de casas de ladrillos desnudos rojos donde vive la "pobrecía" que vota por Chávez una y otra vez sin cansancio. Esta ciudad, donde por estos días se habla de reforma y socialismo en cada esquina, se había convertido durante los últimos meses en el epicentro de los esfuerzos internacionales hacia un intercambio humanitario de prisioneros de guerra entre el estado colombiano y las FARC-EP.

Uribe le retiraba abruptamente las funciones de mediador y facilitador para el intercambio humanitario a Chávez cuando el drama de los prisioneros de guerra parecía acercarse a un desenlace, gracias a las gestiones del presidente venezolano, que incluyeron reuniones con el presidente francés Sarkozy, con familiares de los prisioneros de las partes y con comandantes guerrilleros.

La posibilidad de una reunión entre el viejo comandante guerrillero Manuel Marulanda y Chávez, después de un gesto de buena voluntad que incluiría pruebas de supervivencia, y la eventual liberación de algunos de los rehenes por parte de las FARC, encendieron las alarmas de los sectores más reaccionarios en Bogotá y Washington: era evidente que se marchaba irreversiblemente hacia un canje humanitario.

Las FARC habían logrado volver al escenario internacional después de un largo periodo de aislamiento y Uribe se mostraba ante los medios indignado, encerrado en su posición intransigente. Se buscaba un pretexto y lo encontaron paradójicamente en una llamada teléfonica facilitadora de Chávez al general Montoya, comandante de las fuerzas militares colombianas.

"Yo no tengo confianza, perdí la confianza. Y eso para las relaciones bilaterales es grave", afirmó el mandatario venezolano en una entrevista emitida por televisión en la madrugada del sábado en Caracas. "Estaba planteada una fórmula que iba camino al éxito, pero hay gente muy cercana a él que lo que quiere es guerra, y sobre todo los gringos, que quieren guerra porque no les importa la vida, ni esos niños, mujeres, hombres, padres, madres, esposos y esposas", señaló Chávez.

"Esto va a afectar las relaciones bilaterales. Uribe rompió con un compromiso porque debió llamarme para aclarar lo ocurrido. Esto es muy grave y tomo nota", protestaba Chávez visiblemente molesto, al tiempo que responsabilizaba del fracaso de su gestión mediadora a "gente cercana" al presidente Uribe, "que tiene mucho poder y no quiere el acuerdo humanitario".

Finalmente Chávez fue enfático al afirmar que "el conflicto colombiano no tiene solución militar sino política" y denunció que "las presiones son infinitas y la extrema derecha colombiana no quiere esa salida".

Incluimos el reporte en audio de la Red de Prensa Alternativa del Suroccidente Colombiano.