Francisco Javier Toloza y Gloria Cuartas integrantes de la Marcha Patriótica son entrevistados por Diagonal
"Los movimientos sociales deben participar en el proceso de paz"
/ Miércoles 17 de octubre de 2012
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Redactora del periódico español Diagonal
Hoy se iniciaron en Oslo las conversaciones entre las FARC y el Gobierno Colombiano para tratar de alcanzar acuerdos de paz. Diagonal entrevista dos integrantes del Movimiento Marcha Patriótica de Colombia que reclaman que se integre a los movimientos sociales al proceso.
Francisco Javier Toloza y Gloria Cuartas, miembros de la Marcha Patriótica de Colombia han participado en una gira europea para explicar las demandas de este movimiento social y político. DIAGONAL ha entrevistado a estos representantes a su paso por el Estado español, para recabar apoyos al proceso de paz, que empieza mañana en Oslo, avalado por el Gobierno noruego y de Cuba.
D.: ¿Qué supone la apertura de negociaciones en Oslo para la Marcha Patriótica?
Francisco Javier Toloza: Es la respuesta al clamor por la paz del movimiento popular colombiano, del cual la Marcha Patriótica es parte. El Gobierno colombiano se ve obligado a participar en este proceso negociador después del fracaso de la política ’antiterrorista’ desarrollada en los últimos diez años. Esta política sólo podía fracasar porque en Colombia hay un conflicto social, político y armado que no se reduce, como se ha presentado a la opinión pública de forma maniquea, a un fenómeno terrorista.
Todavía es pronto para saber si Oslo es la solución, pero es un punto de partida importante para buscar una salida al conflicto. Un proceso que está y estará amenazado por las presiones de los enemigos de la paz.
Gloria Cuartas: Yo creo que es una oportunidad para abrir un debate internacional sobre la compleja agenda que debe desarrollarse en Colombia. En primer lugar, las conversaciones en Oslo ya son una oportunidad para la esperanza y superadas todas las dificultades históricas, mucha gente desplazada en distintas partes del mundo por el conflicto se reencuentre en Oslo.
Nosotros decimos, como hace pocos días decíais los españoles ante vuestro Congreso: "Rodeemos Oslo". Muchos aspectos que se van a abordar en las conversaciones en Oslo, van a generar una amplia discusión tanto en las mesas de negociación como en la calle y señalan una transformación estructural de la sociedad colombiana.
D.: ¿Qué opinión os merece la agenda de seis puntos del proceso negociador?
G.C.: La agenda acordada en esta primera ronda exploratoria comienza a acercar las partes, y eso es positivo, pero se trata de grandes titulares que luego habrá que repensar y dotar de contenidos concretos, empezando por el nuevo modelo de desarrollo económico que debe acompañar una paz con justicia en Colombia. Hay actores económicos interesados en que el proceso no avance, y ya han aparecido editoriales en ese sentido en algunos medios colombianos. Es muy importante ser conscientes de que esos editoriales responden a intereses económicos que buscan despolitizar y sacar de la agenda negociadora cuestiones socioeconómicas que les son incómodas, pero cuya inclusión es imprescindible para hacer fructificar el proceso.
D.: ¿Quiénes faltan en esta primera mesa de Oslo?
F.J.T.: En esta mesa están el Gobierno, empresarios, militares, la tecnocracia y la policía, pero no están ni el movimiento obrero, ni el estudiantil, ni el campesino, ni el estudiantil, como tampoco está el movimiento por la paz y los derechos humanos. Es importante que participen, de forma decidida, todos estos movimientos populares.
G.C.: Faltan, en especial, quienes han construido desde abajo alternativas al modelo de desarrollo en los espacios rurales y barrios urbanos. Todos estos procesos estamos articulándolos en la Marcha Patriótica, y uno de nuestros avales para estar presentes en la mesa negociadora es que la sociedad colombiana demanda que estas experiencias previas sirvan para que el proceso no parta de cero.
D.: ¿Cómo responden el Gobierno y las FARC a esta petición?
F.J.T.: Sabemos que las FARC están de acuerdo con la participación del movimiento social. En cambio, el presidente Juan Manuel Santos descalifica la presencia del movimiento social como "show mediático". Precisamente él, que viene del mundo de los medios de comunicación y es socio de Planeta. Lo que Santos pretende y presenta como un proceso "prudente" o "discreto", es en realidad un proceso alejado de la población. Nosotros no compartimos esta postura. El conflicto es también social y político y exige una amplia participación de toda la sociedad colombiana.
D.: ¿Qué ataques está recibiendo la Marcha Patriótica?
F.J.T.: Hay un hostigamiento constante en las zonas en que se halla desplegado el ejército colombiano. Hay un pronunciamiento público del general Mora Rangel, que es uno de los negociadores del gobierno, y que a través de la Asociación Colombiana de Militares Retirados plantea que hay que liquidar la Marcha Patriótica. El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, ha planteado en diferentes ocasiones que tiene pruebas de que la Marcha es el brazo político de la insurgencia en Colombia.
Aunque no se aporte ningún tipo de evidencia, este tipo de declaraciones fomenta un clima mediático hostil a la Marcha Patriótica, que también alientan comunicadores como la columnista española Salud Hernández Mora, que pide abiertamente la represión penal para la Marcha Patriótica y quienes hacemos parte de ella.
D.: ¿Qué consecuencias teméis de hostigamiento?
F.J.T.: Tememos una repetición de la campaña de acoso y desprestigio que padeció la Unión Patriótica. Por un lado, sabemos que esta campaña se produce por temor al avance de las posiciones progresistas en el país. Pero por otro lado, estamos lógicamente preocupados por los compañeros que pagan las consecuencias de este proceso de criminalización. Ya son cuatro los compañeros que han sido asesinados, y otros cuatro, el compositor del himno de la Marcha y tres estudiantes, que llevan en prisión desde hace un año, junto a los otros 7.500 presos políticos que hay en el país.
G.C.: Este tipo de proceso criminalizador no es nuevo en el país y sería raro que no se reprodujera en este momento de tensión política. Se trata de un plan sistemático contra líderes y activistas indígenas o sindicales, contra nosotros y en general contra cualquiera de las voces alternativas que se van alzando en la sociedad colombiana. Es preciso recordar que Unión Patriótica nació también en medio de un proceso de paz entre la insurgencia y el Gobierno.
D.: ¿Qué papel representa el expresidente Uribe en este proceso de paz?
F.J.T.: Álvaro Uribe, que de manera no oficial sigue siendo socio del Gobierno de Colombia, debe contarse entre los enemigos de este proceso.
G.C.: Como gobernador de Antioquia y luego como presidente de la nación, Uribe utilizó la fórmula de "negociar sin ceder", que en la práctica equivale a cerrar el paso a una salida negociada. El expresidente representa los intereses de esas élites latinoamericanas, de las que participan militares, políticos y empresarios, que rechazan una salida política al conflicto y coinciden en silenciar a los movimientos sociales colombianos.
D.: ¿Qué valoración hacéis desde la Marcha Patriótica de esta gira europea?
F.J.T.: Ha sido un encuentro muy positivo porque existe un amplio consenso entre numerosas organizaciones políticas y sociales europeas tanto en apoyar el proceso de paz iniciado por el Gobierno colombiano y las FARC. También para promover nuestras propuestas al conflicto social y armado.
Además, estas organizaciones se solidarizan con nuestra exigencia de que tanto la Marcha Patriótica como otras organizaciones sociales de nuestro país puedan participar activamente del proceso.
Durante estos 20 días de gira, con una media de cuatro actos públicos diarios, hemos podido hablar con europeos y migrantes colombianos en Europa sobre la realidad de nuestro país. Hemos mantenido también contacto con instituciones como el Parlamento Europeo y distintas autoridades municipales, junto a las que queremos promover mociones que favorezcan una solución política al conflicto.