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El Incoder le devolvió tierras a indígenas de Puerto Gaitán

Miércoles 25 de marzo de 2009.

El Incoder devolvió a los indígenas sikuani de Awalibá un total de cinco mil hectáreas ubicadas en la vereda Rubiales, las cualeshabían sido ilegal y extrañamente adjudicadas a particulares en 2004.

Tras comprobar que estaban habitados comunidades sikuani desde hace por lo menos 70 años, el Incoder revocó la adjudicación a particulares de los predios rurales El Zafiro, El Edén y Entrerríos, anteriormente englobados con el nombre de La Campana, en Puerto Gaitán (Meta).

La ley 160 de 1994 prohíbe expresamente adjudicar terrenos considerados baldíos donde estén establecidas comunidades indígenas, o que constituyan su hábitat, a personas diferentes a los mismos indígenas y exige hacerlo en calidad de resguardo.

Aunque la adjudicación ilegal fue hecha en 2004, los indígenas solamente se enteraron el 14 de febrero de 2008, cuando llegó al sitio el señor Rubén Darío Mesa y les aseguró que era el administrador encargado por los nuevos dueños, Andrea Carolina Borda Rueda, Rosa María Borda Borda y un tercero.

Los indígenas iniciaron inmediatamente las reclamaciones formales ante el Incoder y la Procuraduría, pero el 27 de febrero siguiente un incendio redujo a cenizas las viviendas y pertenencias de 10 familias habitantes de La Campana.

Luego del incendio que dejó sin techo a las diez familias indígenas de la comunidad Campana, asentadas en territorio del resguardo Awalibá, en la vereda Rubiales de Puerto Gaitán (Meta), la Fiscalía abrió investigación para esclarecer lo sucedido; busca determinar si existieron ’manos criminales’ para desatar el fuego que dejó en cenizas tanto las casas como los enseres de los indígenas. Organizaciones regionales, nacionales e internacionales estuvieron de acuerdo en que es necesario calificar el incendio de las casas de los indígenas sikauni, como un hecho "gravísimo".

Por su parte, el Incoder inició el trámite de la solicitud de revocatoria de la adjudicación. La visita a los predios realizada por funcionarios del instituto comprobó que los adjudicatarios no habían realizado ningún tipo de mejoras a las tierras ni existían rastros de ocupación previa por parte de ellos según exige la ley para adjudicar un baldío, mientras que en cambio observaron durante el recorrido por el territorio la clara existencia de chagras, es decir pedazos de terreno que los indígenas utilizan en forma itinerante para garantizar su supervivencia.

Culminado el proceso que examinó la solicitud de los sikuani, en forma tajante el Incoder revocó la resolución de adjudicación y ahora deberá tramitar la inclusión dentro del resguardo de este territorio indígena. Giovanni Lepri, jefe de la oficina de Acnur en Villavicencio, declaró que "se ha solucionado así el riesgo que tenían las familias indígenas frente a tener que abandonar las tierras en las que habían vivido durante los últimos 70 años".

El 15 de octubre de 2008 indígenas sikuani, piapoco y achagua de Puerto Gaitán habían marchado hasta la cabecera municipal y se congregaron en la concha acústica, participando así en la Gran Minga de Resistencia que exigió respeto a los derechos fundamentales y a los territorios indígenas.

[Con información de la ONIC y de El Tiempo]


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