Narváez, quien fue miembro de la comisión de empalme designada por el presidente Uribe cuando ganó su primera elección, vuelve a ser noticia. Un informe del CTI lo presenta como uno de los funcionarios que habría participado en los seguimientos y las ’chuzadas’ ilegales a magistrados y personalidades públicas. Y para completar el cuadro, algunos ex jefes paramilitares lo acusan no solo de haberlos instruido, sino de haber instigado algunos episodios como el secuestro de la senadora Piedad Córdoba en 1999.
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