Uno de los orangutanes permitirá el regreso de las dragas para minería.
El miércoles, en la apresurada aprobación del nuevo código minero en la Cámara de Representantes se habrían colado dos “micos” que traerían desastrosas consecuencias para el medio ambiente en el país.
Mientras la atención se concentraba en la inclusión de los páramos y otras áreas protegidas en la lista de zonas excluidas de minería, algunos congresistas aprovecharon para deslizar un par de proposiciones en contravía de la política ambiental de los últimos meses.
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