En las últimas semanas se ha continuado evidenciando el empeño del Gobierno por destruir nuestra Comunidad de Paz. Dentro de esa estrategia, el ex ministro Fernando Londoño, cuya unidad de propósitos con el Presidente es inocultable, se sirvió de un ex comandante de la guerrilla de las FARC, alias “Samir”, preparado durante seis meses en la 17a. Brigada, donde se han preparado innumerables montajes y calumnias contra nosotros, para venderle al país y al mundo un paquete difamatorio lleno de falsedades, y sin embargo difundido ampliamente por medios masivos de “información”, nacionales e internacionales, que no tienen ética alguna.
Al mismo tiempo se destapó lo que desde hacía años realizaba el Departamento Administrativo de Seguridad, órgano de la Presidencia de la República, a través de un comité ilegal –el G-3- que rastreaba la vida completa de diez miembros de nuestra Comunidad de Paz, investigando exhaustivamente sus propiedades, sus teléfonos, sus conversaciones y correos, sus tierras, sus cuentas, sus familias, sus maneras de pensar, sus relaciones y amistades.
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