Las gentes de Honduras están en las calles. Hombres y mujeres de todas las condiciones sociales llevan protestando más de un mes, desde que el 28 de junio pasado un golpe de estado desalojara al presidente electo José Manuel Zelaya, siendo reemplazado por Roberto Micheletti. El líder golpista está apoyado por la élite conservadora, incluyendo sectores del ejército, de la Iglesia, de los negocios, los cuales estaban viendo cómo se encogían sus privilegios bajo las políticas sociales de Zelaya.
Desde ese día, miles de ciudadanos han marchado hacia la frontera con Nicaragua para dar la bienvenida al posible retorno del presidente electo, quien aún no ha podido volver. Quienes mantienen las protestas se encuentran en campamentos, a ambos lados de la frontera, manteniendo la presión alta. También en las ciudades, las organizaciones campesinas, los sindicatos obreros, los grupos estudiantiles, los sindicatos de maestros y muchos otros movimientos sociales, así como ciudadanos de a pie, han venido manifestándose en contra del golpe de estado, organizados bajo el Frente de Resistencia.
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