El Fiscal General de Colombia anunció planes de solicitar la extradición de ocho empleados de la empresa bananera Chiquita, que supuestamente estaban implicados en el financiamiento de grupos paramilitares de derecha en Colombia. El lunes, Chiquita admitió haberle pagado al grupo Autodefensas Unidas de Colombia, que es considerada una organización terrorista por el gobierno de Estados Unidos. Chiquita aceptó pagar una multa de 25 millones de dólares al gobierno de Estados Unidos con la condición de que no revele los nombres de los ejecutivos involucrados. El fiscal colombiano también acusó a Chiquita de proporcionar armas a grupos paramilitares de derecha, que luego fueron utilizadas para expulsar a los rebeldes de izquierda de una zona del norte de Colombia donde Chiquita tenía sus plantaciones de banana.