El pasado 26 de junio, se celebró a nivel mundial el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura. El panorama que presentaron varias organizaciones defensoras de derechos humanos agrupadas en la Coalición Colombiana contra la Tortura, conjuntamente con la Organización Mundial Contra la Tortura y Terre des Hommes de Italia, para Colombia, es desolador. Coincidieron en que las políticas de Estado colombiano ha hecho que la tortura se incremente sobre líderes sociales, jóvenes indígenas y campesinos. Según el informe, realizado por estas asociaciones, entre 2000 y 2001 la Defensoría del Pueblo recibió sólo cuatro denuncias, mientras que, entre 2002 y 2003 se conocieron 435 casos de "malos tratos, tratos crueles o degradantes y torturas". Las ONG admiten que, "se ha traducido en que la fuerza pública utiliza cada vez más la tortura como mecanismo de investigación en la búsqueda de positivos. La tortura hace parte de la educación de los agentes oficiales".