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"El país sí está en las condiciones de adelantar un proceso de paz": Samper
Colprensa / Viernes 6 de abril de 2012
 

Samper propone que el Gobierno acuerde con las Farc y el Eln un compromiso al desminado, al no reclutamiento de menores, a evitar los bombardeos que comprometan la vida de civiles y proteger el medio ambiente.

Frente a la petición de las Farc para que una comisión humanitaria inspeccione las condiciones en la que se encuentran los guerrilleros que están presos en las cárceles del país, el expresidente Ernesto Samper Pizano considera que es necesario que el Gobierno lo acepte como “contraprestación unilateral de liberar a los secuestrados”.

En entrevista con Colprensa, Samper Pizano señaló también que está de acuerdo con el Gobierno en que, en caso de adelantarse un proceso de paz en el país, sea un tema exclusivo de Colombia aunque no se descarta que sea positiva la participación de alguna delegación internacional que haga el papel de facilitador.

“La salida política al conflicto armado tiene que ser un tema entre colombianos y manejado a la colombiana. La gestión de la paz es una responsabilidad directa de Colombia”, dijo el exmandatario.

Según el exmandatario, el país sí está en las condiciones para iniciar un proceso de paz por tres razones. La primera, es que, a su juicio, las Farc “ya no está en la posición ofensiva de hace diez años”. La segunda hipótesis a punta a que el Gobierno ha permitido que haya un “entorno internacional favorable”. Por último, destaca que se ha avanzado positivamente en el desmonte de bandas paramilitares.

Samper, quien actualmente trabaja en temas humanitarios, se mostró sorprendido por la “evidente omisión” que hizo el presidente Juan Manuel Santos cuando agradeció la participación del Gobierno Nacional y el brasilero para que las liberaciones se llevaran a buen término y no reconoció el trabajo adelantado por Colombianos y Colombianas por la Paz y la exsenadora Piedad Córdoba.

- ¿Por qué es importante visitar a los guerrilleros presos en las cárceles del país?

Como no existió la posibilidad de haber efectuado el acuerdo para el intercambio humanitario de secuestrados por guerrilleros presos en las cárceles, que proponían desde hace diez años las Farc, se hizo un compromiso para que por lo menos como contraprestación a la decisión unilateral de liberar a los secuestrados por parte de las Farc, pudiera existir un informe o una exploración de cuál era el estado de los presos de la guerrilla actualmente en las cárceles colombianas.

- ¿Quién cree usted que debería adelantar esa labor, Colombianos y Colombianas por la paz o desde la comunidad internacional?

Esa es una decisión que debe acordar el Gobierno conjuntamente con Colombianos y Colombianas por la Paz, el compromiso es de esta organización pero la decisión de los términos y condiciones es del Gobierno en cabeza del ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra.

- De aceptar el Gobierno esa visita a los guerrilleros en las cárceles del país, ¿significaría que está cediendo en su posición frente a estos temas?

No. La discusión que hay es sobre si estas personas son o no presos políticos, que de entrada pienso que no lo son. Ellos están señalados por delitos de rebelión, pero no se les puede dar la connotación política que quieren considerarlos como prisioneros políticos.

- Si se da la posibilidad de un diálogo, ¿es mejor que se abra ese espacio en Colombia o fuera del país?

Coincido totalmente con el Presidente de la República en que la salida política al conflicto armado tiene que ser un tema entre colombianos y manejado a la colombiana, lo cual no implica que algunos países o personas representativas de la comunidad internacional puedan jugar un papel de facilitadores del proceso, pero la gestión de la paz es una responsabilidad directa de Colombia.

- ¿Pero cree usted que sí hay las condiciones en este momento para empezar a hablar de un diálogo de paz?

Definitivamente sí y le menciono tres cosas. Es claro que en este momento el equilibrio de las fuerzas en medio del conflicto es mucho más favorable al Gobierno y a una salida política respecto a que las Farc que ya no están en la posición ofensiva de hace diez años. Segundo, hay un entorno internacional muy favorable gracias a la política internacional del presidente Santos, particularmente con países como Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Cuba. Tercero, es claro que se ha venido avanzando en el desmonte de las bandas paramilitares que hace diez años prácticamente hacía imposible avanzar en este sentido, de manera que sí hay factores favorables.

- Ya es justo de que en Colombia haya un cese al fuego de las partes, ¿pero cree usted que las Farc estarían dispuestas a renunciar a las armas?

Estos son los últimos temas que se deben manejar en un proceso de paz, son temas que se refieren estrictamente a la parte militar, pero antes de ello yo creo que el Gobierno debería acordar con las Farc y el Eln unos mínimos puntos fundamentales como sacar los menores de la guerra, comenzar el desminado de los campos, evitar los bombardeos que comprometan la vida de civiles inocentes, proteger las escuelas y hospitales y defender el medio ambiente. Esos cinco puntos fundamentales deberían formar parte de un preámbulo para luego si avanzar en la búsqueda de la paz. Los acuerdos humanitarios tienen la virtud de parar las ‘hemorragias’ (derramamiento de sangre), no somos capaces de acabar ya el conflicto y nos vamos a demorar en hacerlo, entonces, por lo menos arreglemos la condición de los civiles inocentes que están siendo víctimas de esta tragedia humanitaria.

- ¿Considera que la guerrilla estaría dispuesta a salir del conflicto?

Yo registro la devolución de los diez soldados y policías y la declaración de las Farc de que renuncia a seguir utilizando el secuestro como arma de financiación de sus actividades como un paso positivo de la paz, como una demostración de voluntad de paz. Por supuesto que falta mucho por avanzar, pero la paz no es algo que se negocie de la noche a la mañana, la paz es algo que se construye como un gran edificio y diría que esto es una primera piedra de ese edificio.

- ¿Qué va a pasar con los secuestrados no reconocidos y desaparecidos? ¿Qué solución hay?

Creo que hay que hacer un gran esfuerzo ante todo por saber quiénes son, dónde están, cuáles son su condiciones, qué señales de supervivencia se han recibido y sobretodo quiénes son en este momento sus captores. Si no delimitamos claramente el tema, pues no todos los secuestrados civiles son responsabilidad exclusiva de las Farc, porque puede haber muchos otros grupos, e inclusive bandas delincuenciales, que tengan a estas personas secuestradas, y se convierte prácticamente en una condición imposible para seguir avanzando en el proceso.

- El presidente Santos en su discurso luego de las liberaciones dijo que este hecho “sin duda, es un paso en la dirección correcta y un paso muy importante”. ¿Cree que el Gobierno está avanzando más en el tema de la paz?

El gobierno anterior no tenía ninguna voluntad de paz, su único interés era la profundización de la guerra y del conflicto, este Gobierno ha manifestado claramente que tiene una intención de paz, la forma como esa intención se concrete depende, por supuesto, del presidente que como lo ha señalado él mismo tiene la llave de la paz en sus manos. Sin embargo, puedo decir que aunque el presidente tiene la llave de la casa de la paz, pues esa casa es de todos los colombianos, es decir, que todos los colombianos tienen derecho a opinar, a esperar y a contribuir a que este país pueda llegar a ser un país reconciliado y conviviente.

¿Cree usted que el Gobierno no está reconociendo el trabajo que ha adelantado Colombianos y Colombianas por la Paz y la exsenadora Piedad Córdoba?

Sí reconozco que me llamó la atención que entre todos los reconocimientos que hizo el Presidente fue muy evidente la omisión de quienes tuvieron una participación que no se puede desconocer, como es el caso de la propia exsenadora Piedad Córdoba, quien con su solo esfuerzo y corriendo una gran cantidad de riesgos, no solamente físicos sino políticos, logró la liberación de 24 de los 63 secuestrados que estaban en poder de las Farc. También me refiero al colectivo de Colombianos y Colombianas por la Paz que la han venido acompañando en esta gestión. Creo que el primer requisito para entrar a conseguir la paz es que entendamos que la paz es un bien de todos y solamente a través de un proceso convocante y dejando atrás miedos podemos llegar a lo que queremos todos, una reconciliación con nosotros mismos.