El paro cívico del 14 de septiembre de 1977 es considerado una de las manifestaciones populares más importantes de la historia de Colombia, según algunos historiadores superada solo por las movilizaciones que se produjeron luego del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948.

Este paro fue organizado por la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia, CSTC; la Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC; la Unión de Trabajadores de Colombia, UTC; la Confederación General del Trabajo, CGT, el Partido Comunista y la Unión Revolucionaria Socialista para protestar contra los incumplimientos del entonces presidente, Alfonso López Michelsen.

Entre las peticiones que se hicieron en este paro estuvieron: el aumento de los salarios, la congelación de los precios de la canasta familiar y servicios públicos, la suspensión del Estado de Sitio y respeto de las libertades políticas y sindicales, la reapertura y desmilitarización de las universidades, el derecho de los trabajadores públicos a la asociación, la contratación colectiva y a la huelga, la entrega de haciendas a campesinos afectados por el Incora, jornada de 8 horas y salario básico para los trabajadores del transporte.

Los bloqueos y movilizaciones fueron adelantados por estudiantes, trabajadores, amas de casa, educadores y desempleados que fueron reprimidos violentamente por la Fuerza Pública. En los fuertes enfrentamientos 33 personas perdieron la vida, hubo cerca de 3.000 heridos y miles de detenidos.

Este paro es considerado una de las más importantes manifestaciones populares en la historia de Colombia, por su envergadura y alcance nacional, por la gran cantidad de empresas que entraron en huelgas impulsadas por sus trabajadores y por la participación de un pueblo descontento con la represión y el abuso vivido durante décadas que exigía reformas sociales y políticas estructurales.